Las aves migratorias se quedan sin pistas de aterrizaje

Una pareja de cigüeñas sobre su nido colocado en un tendido eléctricoEl otro día, viendo el telediario de una de las cadenas nacionales en televisión, fui testigo de unas imágenes que me dejaron helada. Diversos operarios bajaban los nidos de cigüeñas colocados en las torres de electricidad que estaban próximas al aeropuerto de Barajas porque, por lo visto, el gran número de estas aves que anidan en los aledaños del mismo dificultan el aterrizaje de los aviones.

¡Qué ironía, cuando son las pobres aves, como reza nuestro titular, las que se están quedando sin pistas para aterrizar!

Supuestamente, esta acción estaba controlada y no debería afectar a las cigüeñas que les movían el nido a otro lugar. Pero, en cada nido había crías de diversos tamaños y yo me preguntaba si esta acción no dificultaría el reconocimiento de las crías por parte de las aves adultas, aunque, creo recordar, que la triste escena estaba supervisada por expertos en la materia.

Y esta introducción me sirve para recordar que unos 50.000 millones de aves recorren cada año grandes rutas por el mundo como parte de su ciclo vital, pero se enfrentan a una amenaza creciente: la pérdida de hábitats naturales, que las está privando de sitios para aterrizar y alojarse en sus viajes.

Hasta el mismo Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma) está preocupado por esta amenaza. Al menos así lo afirmaron con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias, del que ya os contamos las actividades que se realizaron para celebrarlo en otro post, en el que informaron de que de las 10.000 especies de aves del mundo, el 19% son migratorias. Pero la triste noticia es que año tras año disminuyen o desaparecen por completo muchos de los hábitats naturales que necesitan para completar sus viajes y, según el Pnuma:

“Esta degradación se debe principalmente al crecimiento de la población humana, que ha generado una urbanización rápida sin planificación y un uso insostenible de los espacios naturales”.

Para Bert Lenten, que es el secretario ejecutivo adjunto de la Convención de Naciones Unidas sobre Especies Migratorias:

“El insostenible uso humano de la tierra, ya sea a través de la deforestación, la agricultura intensiva, la producción de biocombustibles, la recuperación de tierras, la urbanización o la minería, daña o destruye el hábitat de las aves migratorias, y afecta a sus poblaciones en una escala global”.