«Mr. Parkinson, en mi cuerpo mando yo»

Fuente: Antonio Sánchez Escudero
Fuente: Antonio Sánchez Escudero

Desde muy pequeño, Antonio aprendió a ser una persona resiliente, una faceta que le ha servido para superar sucesos que han ido aconteciendo a lo largo de su vida. Con cinco enfermedades a sus espaldas, el Parkinson, o como lo suele llamar él coloquialmente, «Mr.Parkinson», es la última que le ha venido a visitar.

Aunque sea una dolencia neurodegenerativa, lo cierto es que, gracias a su entereza y  valentía, este vasco de 74 años ha aprendido a convivir con la enfermedad y sobreponerse a ella. Y es que, según comenta, él manda en su cuerpo, el que controla la situación.

Este es el testimonio de Antonio Sánchez Escudero, un hombre que  no sólo os sorprenderá por sus palabras, sino que con ellas puede servir de ayuda a personas que pasan por su misma situación. Ya habíamos publicado como post uno de sus comentarios, que nos llenó de energía. Ahora directamente él nos cuenta su experiencia.

¿Cómo era su vida antes de que le detectaran la enfermedad?

Mi vida ha sido siempre muy activa, improvisando actividades de todo tipo.

¿A qué se dedica y cómo adapta su enfermedad en su profesión?

Tengo 74 años; estoy jubilado, pero aún así estoy muy activo. Siempre me busco algún truco para sobrepasar obstáculos.

¿Cómo fue ese día del año 2001 cuando le dieron la noticia de que un compañero nuevo entraba en juego en su día a día?

Lo acepté. Me enteré de lo que era. Al principio fue un pequeño golpe, porque desconocía si había algún tratamiento para paliar la enfermedad. Entonces me centré en aquellos síntomas que produce el Parkinson, por lo que metí caña en actividades de movimiento, como el footing y ejercicios con la mountain bike, etc.

Encajó con mucha positividad la enfermedad del Parkinson, ¿pero cómo lo hicieron sus familiares y amigos?

He procurado que no lo noten. Me tratan igual y no les hago ver que estoy enfermo. No quiero que nadie sienta lástima por mi, pero sí que soy un valiente. Quiero que la gente esté contenta conmigo. No quiero ser una carga para nadie. En mi cuerpo, el que manda soy yo. La enfermedad que padezco hace que las neuronas se vayan degenerando gradualmente, por lo que me encargo de que las que vayan quedando sean neuronas listas. Esto lo consigo a través de ejercicios físicos y psíquicos, así como con el contacto constante con la gente,  algo que ayuda muchísimo. Todo el mundo sabe que tengo Parkinson y no me avergüenzo. La enfermedad está bajo mis órdenes. Esto lo consigo esto a base de coraje y de no darle tanta importancia.

¿Cuál ha sido la anécdota que más te ha impactado una vez detectado el Parkinson?

Me recomendaron que fuera una mañana a un centro de día de enfermos de Parkinson. No pude hablar con nadie porque comprobé que allí la enfermedad les controlaba a todos, ella mandaba. Me di cuenta de que eso no es lo que quería para mí. Ninguna enfermedad a lo largo de mi vida ha podido conmigo. La última fue un cáncer de piel que finalmente fue controlado. Siempre le he dado a la enfermedad un segundo lugar. Hasta que me llegue la hora seguiré adelante, siendo mi cuerpo el que controle la situación.

¿Ha aprendido algo del Parkinson?

De todo se aprende. En este caso, he aprendido a controlar mis enfados, lo que ha ayudado a que la gente esté más contenta conmigo y me aprecien más.

¿Cuáles son sus sueños?

Quiero que mis anécdotas y vivencias a lo largo de mi intensa vida puedan ser transmitidas a la gente. Quiero contagiar mi positividad, especialmente a las personas con algún tipo de enfermedad neurodegenerativa. Deseo calmar a la gente, darles horas de felicidad a través de mis sentimientos y mi positividad ante la vida. Soy una persona humilde, sin embargo considero que tengo un gran potencial, algo así como si fuera un diamante en bruto, pero que ha de ser pulido.

Por eso, creo que si tuviera la oportunidad de contar mi experiencia en un medio de comunicación que llegue a tantas personas como es la televisión podría ser un ejemplo vivo que inspirase a muchas personas a enfrentarse a cualquier enfermedad que le sobrevenga con el mejor talante y actitud. Por eso, si me lo permites me encantaría desde vuestra página solicitar a cualquier persona que me pudiera ayudar en este sentido, porque tengo mucho jugo dentro.

¿Aconsejaría que afectados por enfermedades neurodegenerativas adopten la misma actitud que adoptó ese día de 2001?

Pasados los años, la verdad es que estoy mejor, más feliz y contento gracias al tratamiento médico que sigo, pero sobre todo por mi actitud y mi machaque físico y psíquico, que en mi caso resulta muy beneficioso para controlar la enfermedad.