Abuelos, ¿felices o agobiados?

Abuelo con su nieto
Foto: Obra Social Caja Madrid

Que los parques infantiles estén llenos de niños tras los que corren sus abuelos, no es ningún secreto. Y es que cada vez son más las personas mayores que dedican una grandísima parte de su tiempo a cuidar a los hijos de sus hijos. ¿Pero esto les gusta o les agobia?

Según la investigación sociolgica ‘Abuelos y abuelas para todo. Percepciones en torno a la educación y el cuidado de los nietos‘ , realizada por la FAD y Obra Social Caja Madrid, los abuelos españoles se han convertido en el «colchón protector» de muchas deficiencias sociales, sobre todo, para familias de clase media/baja que no tienen posibilidad de acceso a recursos de apoyo para el cuidado de los más pequeños (canguros o guarderías, fundamentalmente).

Es decir, que en familias donde los recursos económicos son escasos (y no hay posibilidad de contratar canguros o guarderías) los padres delegan excesivamente en los abuelos y abuelas que afirman sentirse «angustiados» y «utilizados». En este sentido, los abuelos y abuelas españoles se sienten divididos entre el disfrute que les produce poder pasar tiempo con sus nietos y el agobio que supone una excesiva responsabilidad en su cuidado y educación.

Además, esta situación hace que tengan que abandonar su pretensión de «malcriar» para ser auténticos educadores, lo que significa asumir una nueva responsabilidad que supone arriesgarse a un enfrentamiento con los criterios de sus hijos (tener que educar cuando realmente no se tiene la autonomía de criterio para hacerlo).

El estudio señala que la situación «más extrema» la encontramos en las familias que se ven obligadas a dejar su hogar y volver a casa de los abuelos, como consecuencia de algunas situaciones de paro prolongado y/o divorcios o separaciones.

En estos casos, continúa la investigación, los abuelos y abuelas, «conscientes de que sus hijos viven una situación especialmente complicada», brindan su tiempo y también sus recursos económicos de forma voluntaria porque, al mismo tiempo, lo disfrutan. Sin embargo, el discurso mayoritario muestra claramente una demanda «firme» por su parte, que es la necesidad de imponer límites que racionalicen la obligación de manera «clara».

Según indica el estudio

Están dispuestos a aceptar su participación como cuidadores de los nietos sólo en las situaciones en que verdaderamente sea necesario, cuando el padre y la madre tienen auténticas responsabilidades (laborales, principalmente), no para que éstos puedan disfrutar de su tiempo libre a costa del de los abuelos

Cuando estos límites «no se respetan», existe una queja generalizada de los mayores que afirman sentirse «utilizados», «angustiados» ante la responsabilidad educativa. Incluso llegan a afirmar que «cuidaron de sus hijos, ahora cuidan de sus nietos y dudan mucho de que alguien vaya a ocuparse el día de mañana de cuidarles a ellos».

Por último, mientras que en las familias más acomodadas es «frecuente» la queja de los abuelos por no poder ver a sus nietos tanto como desearían, en familias con recursos más escasos es «mayoritario» el sentir que son «esclavos de sus responsabilidades» o que «tienen la vida hipotecada».

Conoce el estudio completo.