El bexaroteno es un fármaco aprobado por las autoridades sanitarias estadounidenses capaz de contrarrestar los efectos de la enfermedad de Alzheimer en modelos de ratón, según un estudio publicado en la revista Sciencie.
En un principio, el bexaroteno estaba destinado a tratar enfermedades como linfoma, cáncer de pulmón o el sarcoma de Kaposi. No obstante, un equipo de neurocientíficos de la Facultad de Medicina Case Western Reverse University de Ohio estudió la posibilidad de aplicarlo para tratar otras como el Alzheimer.
La acumulación de fragmentos de proteína beta-amiloide en el cerebro es una de las características claves de esta patología. Así, las personas que no presentan Alzheimer desglosan el beta-amiloide con la ayuda de otra proteína llamada ApoE. Y aquí es donde se aplica el descubrimiento: el bexaroteno ayuda a activar esta última proteína en estos enfermos y así despejar de beta-amiloide el cerebro.
Los investigadores se mostraron sorprendidos de lo rápido que el bexaroteno mejoró las deficiencias de memoria de los ratones enfermos. A pesar de ello, los neurocientíficos aseguran que necesitarán investigar más antes de aplicar estos avances en humanos. Pero, sin duda, se trata de un buen comienzo.