La investigación premiada con el Nobel de Medicina podría suponer un avance en la investigación del Parkinson

Imagen de los investigadores Yamanaka (izda) y Gurdon (dcha) galardonados con el Nobel
Foto: Web de los Premios Nobel

El pasado día 8 de octubre el jurado de los Premios Nobel decidió galardonar al investigador británico John Gurdon y a su colega japonés Shinya Yamanaka con el Nobel de Medicina o Fisiología. Esto, que en principio podría ser algo que toque solo tangencialmente a este blog, es sin embargo una noticia muy importante.

Y lo es porque este premio es un reconocimiento a la labor científica de estos expertos y sus investigaciones en materia de células madre. Concretamente, el equipo de Yamanaka consiguió generar las llamadas células madre pluripotentes inducidas (iPS) con características de reprogramación que solo se habían encontrado hasta ahora en células madre embrionarias.

Este hallazgo ha supuesto una revolución, puesto que demuestra que las células adultas “pueden dar marcha atrás en el reloj del desarrollo” bajo ciertas circunstancias y son capaces de convertirse en cualquier tipo celular especializado. La investigación sigue las teorías de Gurdon, que fue el primero en poner en entredicho algo que hasta ahora se tenía como un dogma, que las células adultas eran irreversibles.

Los científicos quieren utilizar esta reprogramación celular para crear tejidos de reemplazo, que se antojan fundamentales para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y que supondrán un gran avance en la investigación, tratamiento, detección e incluso podrían ser útiles para conocer el origen de la enfermedad.

Aunque el descubrimiento de las células iPS y su reconocimiento puede su poner un avance notabilísimo para frenar y ralentizar los síntomas del Parkinson, los expertos piden cautela y el propio Yamanaka ha afirmado que “aunque busca iniciar la investigación clínica con estas células en los próximos tres años, su aplicación en fármacos podría tardar hasta una década”.