
Un total de 80 puestos de restauración, moda, antigüedades y decoración, entre otros, son los que desde el pasado 23 de noviembre y hasta el próximo 2 de diciembre inundarán el pabellón de la Pipa de Espacios y Congresos de Madrid. El objetivo no es otro que, como en años anteriores, recaudar dinero para poder mantener la educación y día a día de menores que la organización Nuevo Futuro, sin ánimo de lucro, acoge y cuida por su situación de vulnerabilidad.
Concretamente, esta ONG trabaja cada día, desde hace ya 44 años, para acoger a aquellos niños y niñas que no cuentan con un buen ambiente familiar, protegiéndoles y proporcionándoles las mejores condiciones posibles para su desarrollo y crecimiento. Desde que nació la institución, más de 6.000 menores han sido asistidos a través de esta labor social y educadora.
Los datos del evento de este año han sido presentados recientemente por el torero Julián López, ‘El Juli’, junto a la infanta y presidenta de honor de la ONG, Pilar de Borbón, y la presidenta de Nuevo Futuro, Pina Sánchez, quienes informaron acerca del trabajo que se realiza en la organización.
Alrededor de 1.200 voluntarios son los encargados de dar forma al Rastrillo donde, si no habéis ido todavía, este año encontraréis novedades como golosinas y conservas caseras. Con el dinero que gastéis, contribuiréis al desarrollo de un mejor futuro para los menores que la ONG acoge. Será un paseo agradable, una actividad diferente y con un buen fin: ayudar a los niños que más lo necesitan.
Una labor internacional
Actualmente, un equipo integrado por 3.662 personas es el que logra mantener el proyecto, que ya se encuentra también, además de en España, en Portugal, Santo Tomé, Colombia, Senegal y Perú. Repartidos en todos estos lugares, la asociación cuenta ya con 132 hogares y centros de acogida.
Su trabajo, pese a la especial atención dirigida siempre a niños que se encuentran en riesgo de exclusión social, cuenta con diferentes modelos de acogimiento que abarcan desde hogar funcional para mujeres maltratadas con hijos pequeños hasta residencias para jóvenes con medidas judiciales.
Normalmente, se trata de chavales que provienen de familias monoparentales, con la madre a la cabeza, donde en la mayoría de los casos se han dado, en los padres, problemas de adicción, maltratos, escaso nivel cultural y social y pobreza. Aunque lo más común a día de hoy son aquellos menores que llegan sin compañía, solos.
Os animamos a que os acerquéis a conocer la gran variedad de productos que los puestos de la asociación ofrece y a que, si os gusta alguno, no dudéis en comprarlo, pues con ello ayudaréis además a hacer más felices la infancia y futuro de muchos niños, tanto de los que ya han sido acogidos como de los que van llegando. Y es que no dejan de acoger menores. De hecho, el pasado año lograron un hogar para 727 en nuestro país.
Además, al último Rastrillo acudieron 23.000 personas, número que esperemos no disminuya. Recordad, además, que los que hoy son jóvenes serán los que sustenten la vida y nuestro planeta mañana.