El pequeño Makemake deja de ser un planeta desconocido

Imagen del planeta Makemake
Foto: CSIC

Son muchos los que trabajan día a día tratando de dar respuesta a la cantidad de misterios y secretos que esconde el Universo. Actualmente, apenas conocemos todo lo que aguarda en sus mil recovecos. Pero, pese a que tendría que pasar mucho tiempo para que esto sucediese, poco a poco, y gracias al esfuerzo de expertos en este campo, podemos recibir noticias y sorpresas como la existencia del planeta enano bautizado con el nombre de Makemake, que ahora saben con certeza que no tiene atmósfera.

Fue descubierto en 2005 y está ubicado en el denominado cinturón de Kuiper, que consiste en una región de objetos helados localizada más lejos de la órbita de Neptuno. Girando alrededor del Sol, los investigadores no conocían nada del pequeño Makemake, así como no esperan una misión espacial en muchas décadas. Por ello, decidieron centrarse en encontrar y observar las posibles ocultaciones por este cuerpo, es decir, el fenómeno por el que un planeta pasa por delante de una estrella.

De hecho, ha sido gracias a que esto último ha ocurrido, por lo que se ha podido conocer con precisión su tamaño, su forma y fracción de luz reflejada. Concretamente, sus dimensiones se acercan a una elipse con ejes de 1.430 y 1.502 kilómetros de longitud y su densidad ronda la cifra de 1,7 gramos.

El líder del descubrimiento, que tuvo lugar el 23 de abril de 2011, ha sido José Luis Ortiz, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, y todos los resultados del estudio serán publicados en el próximo número de la revista Nature.

De todas formas, aquí adelantamos que la ocultación ha demostrado, como ya hemos dicho, que al contrario que Plutón, el pequeño Makemake carece de atmósfera, aunque los investigadores explican que no se descarta que pueda producirse en alguna zona del planeta de manera local.

Además, comparándolo con el otro planeta mencionado, es posible que Makemake pueda desarrollar una atmósfera similar cuando, siguiendo su órbita elíptica, se posicione en el punto más próximo al sol.

Para conseguir estos datos, han llevado a cabo una tarea inmensa y los esfuerzos de investigación han sido enormes. De hecho, Ortiz lo explicaba recientemente:

Es una tarea inmensa, por lo extraordinariamente pequeños que son sus diámetros angulares y porque sus órbitas no se conocen bien, ni tenemos posiciones de las estrellas catalogadas con la suficiente exactitud. En algunos sentidos, es como atinar a una mosca a unos cincuenta kilómetros de distancia con un láser poco más ancho que la mosca

De hecho, se trata de la primera vez que enormes telescopios detectan una ocultación estelar producida por un objeto transneptuniano, es decir, por un objeto situado más allá de la órbita de Neptuno.

Sin duda, no perderán la pista a este pequeño planeta, cuyo descubrimiento ha supuesto tanto trabajo y que, por fin, se encuentra al descubierto para todos. ¿Quién sabe? Es posible que traiga futuras novedades y sorpresas.