La ONG Acción Familiar pone en marcha un servicio para resolver conflictos familiares

Una profesional atendiendo a una persona en la Unidad de Intervención Familiar
Foto: Acción Familiar


Acción Familiar
acaba de poner en marcha su Unidad de Intervención Familiar (Unifam) destinada a ofrecer a niños, jóvenes, adultos, parejas, matrimonios y familias un servicio de atención y orientación para afrontar los problemas y cuestiones de la vida diaria. Su presidenta, Rosario Gortázar, nos ha contado todo sobre esta entidad y su fundamento: la familia.

¿Qué es Acción Familiar?

Acción Familiar es una organización que lleva más de 30 años apostando por la familia en todas sus vertientes. Así, tratando de mejorar su situación y fortalecerla, al tiempo que elabora estudios para analizar su realidad y aportar posibles soluciones a los problemas a los que se enfrenta.

La acción directa de la entidad se concreta en: programas educativos y de formación, que se imparten para padres, madres y adolescentes en colegios, entidades educativas, empresas, etc; voluntariado con menores en los centros de acogida y residencias infantiles de la Comunidad de Madrid  y un servicio de orientación familiar.

¿Qué valores pondera?

Creemos que es necesario un reconocimiento público de la labor social, educativa, sanitaria y económica que desempeña la familia. El mensaje que queremos trasladar es positivo y esperanzador, pero también exigente en cuanto a la ayuda que necesita la familia, especialmente en este momento, por parte de todos.

¿Para qué tipo de problemas y cuestiones de la vida diaria soléis prestar servicio de atención y orientación?

A todas las personas en situación de vulnerabilidad que tengan que ver con las relaciones  familiares, de pareja, los hijos o la necesidad de asesoramiento legal. Durante el curso 2011 se atendieron 1.521 solicitudes de muy diferente naturaleza. La persona o familia que quiere trabajar y avanzar en temas de comunicación, convivencia, pareja o en la relación con sus hijos es derivada a nuestra Unidad de Intervención Familiar de reciente creación.

Desde Unifam atendemos más específicamente a niños, jóvenes, adultos, parejas, matrimonios, etcétera en temas como comunicación, resolución de conflictos, asesoramiento educativo, instrumentos de aprendizaje o estudio y apoyo para vivir procesos de adaptación a los cambios (adolescencia, adopciones y acogidas, nido vacío, migraciones…).

El enfoque tiene un fuerte componente preventivo, ya que les animamos a abordar sus problemas antes de que se agraven.  Esta labor se realiza, cuando es posible, con distintos miembros de la familia, lo que ayuda a entender las diferentes perspectivas y beneficia a toda la unidad familiar. Cualquiera de sus componentes puede contactarnos directamente o fijar cita. Garantizamos que  los encuentros familiares y personales son siempre privados y confidenciales.

En el caso de que una familia no se encuentre en una situación de extrema necesidad, ¿cuánto pueden costar esos servicios?

A priori no podemos determinarlo porque depende de múltiples factores. La primera visita es siempre gratuita y en función de cada caso se determina la atención que se va a necesitar. Sin embargo, procuramos, dentro de nuestras posibilidades, que el mayor número personas pueda acceder a nuestros servicios.

¿Cuándo comenzó Unidad de Intervención Familiar?

El Servicio de Orientación lleva más de 20 años funcionando, pero ante el aumento de la vulnerabilidad de las familias por la actual crisis económica y social, así como la necesidad de dar respuestas adaptadas e individualizadas a cada realidad familiar hemos unificado y mejorado nuestros servicios mediante la Unidad de Intervención Familiar que se ha puesto en marcha en noviembre.

¿Cuál es la importancia de la familia?

La familia tiene dos dimensiones: la privada y la pública, y ambas determinan la configuración y el desarrollo de la sociedad. Realiza funciones fundamentales: reproductiva, educativa, solidaria, redistributiva y de socialización primaria, entre otras, que hacen de ella una institución de  gran valor personal y social. Por no extenderme en cada una de ellas destacaré fundamentalmente la labor educativa-formativa y la que tiene que ver con el valor económico que genera por la atención a sus miembros.

Una sociedad que quiera crecer con estabilidad, no solo debe preocuparse de tener buenas escuelas, sino de formar personas que crezcan en entornos familiares equilibrados y estables. En la familia los niños comienzan a formar su personalidad, interiorizan valores morales y cívicos y aprenden actitudes y reacciones emocionales que les acompañaran toda su vida. Esta labor educativa es intrínseca a las familias que siempre educan, no pueden no hacerlo, pero  necesitan ayuda para desarrollar este papel.

Y en momentos de crisis, ¿la familia es aún más familia?

Sobre todo en estos momentos de crisis es cuando potencia su función asidua de red de protección primaria y de solidaridad intergeneracional, que alcanza a muchas personas y que, de romperse, haría inviable la estabilidad social. Uno de los agentes fundamentales que participan en la actividad económica de un país son los hogares.

Por tanto y como conclusión, el valor social y económico de la familia es incuestionable, y es esencial reclamar a los políticos actuaciones que la reconozcan como un elemento imprescindible para la permanencia y solidez de la sociedad y la conviertan en centro de las decisiones políticas.