La imagen de la semana: los rostros infantiles del conflicto en Siria

 

Una niña desplazada por el conflicto
Foto: Unicef

La violencia, el desplazamiento a gran escala y la escasez de recursos básicos amenazan con marcar de por vida a toda una generación de niños en Siria, según un informe de Unicef publicado recientemente. 

Tras un conflicto hay multitud de rostros anónimos, muchos de ellos niños, que reflejan el drama de las poblaciones refugiadas, de quienes lo han perdido todo, no solo lo material, y no encuentran un lugar seguro al que volver. En sus ojos podemos ver la desolación, el miedo y la pena que provocan las guerras. Hoy, esas caras son nuestra imagen de la semana.

A medida que millones de niños dentro de Siria y en toda la región ven cómo su pasado y su futuro desaparecen en medio de los escombros y la destrucción provocados por este prolongado conflicto, el riesgo de que se conviertan en una generación perdida aumenta cada día

Así lo ha resumido recientemente el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, durante la presentación del documento que resume los dos tristes años de la crisis siria. Y decimos tristes por no escribir desoladores: en las zonas donde la lucha es más intensa el acceso al agua ha disminuido en dos tercios, lo que he hecho aumentar las enfermedades de la piel y las vías respiratorias.

Además, una de cada cinco escuelas ha sido destruida, dañada o está siendo utilizada para refugiar a familias desplazadas. Mientras los hospitales y centros de salud ya no existen, los niños viven el trauma de sobrevivir a las muertes de amigos y familiares, y padecen los efectos del terror debido a los sonidos y las escenas del conflicto.

Desde el comienzo de la crisis, Unicef y sus aliados han trabajado en el suministro de agua potable y la mejora de los servicios de saneamiento, salud, educación y protección de la infancia. Y tanto esfuerzo ha dado como resultado que 4 millones de personas en el interior del país tengan ya acceso al agua potable y que 1,5 millones de niños hayan sido vacunados contra el sarampión y la poliomielitis. Además, 75.000 menores están matriculados en las escuelas intentando retornar a una infancia “normalizada”.

Pero estos logros se ven amenazados por la escasez de fondos. En diciembre de 2012 Unicef cifró en 149 millones de euros la suma necesaria para prestar asistencia vital hasta junio de 2013 a los niños sirios y sus familias, y hasta la fecha solo se ha cubierto el 20% del total.

¿Quieres ayudar a cambiar la realidad de estos niños? Por si sigues sin hacerte una idea de cómo es, ya sabes, una imagen vale más que mil palabras: