
La vieja mina de lignito pardo de As Pontes (La Coruña) fue hasta 2007 la mayor explotación minera a cielo abierto de España y hoy, seis años después, se ha convertido en el lago artificial de mayores dimensiones de la península Ibérica. Donde antes había una antigua escombrera, ahora hay más de 600.000 árboles y un lugar donde conviven en armonía ciervos, lobos, truchas y jabalíes.
Hoy nuestra imagen de la semana cuenta la historia de esa transformación en forma de documental, realizado por José Antonio Vallejo, Rubén Duro, Luis Miguel López Soriano, Miguel Sánchez, Pablo Valdivieso y Álvaro Mendoza, todos ellos miembros de la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (Asecic). Es la historia de ‘Azul y Verde sobre Negro’.
La vieja mina se ha rellenado con 547 hectómetros cúbicos de agua procedente del río Eume, de sus afluentes y también de la lluvia creando un entorno casi paradisiaco dominado por una gran lámina de agua y 30.000 metros cuadrados de playa artificial. Pero en este espacio también encontramos zonas de bosque en las que se han plantado más de medio millón de árboles y grandes pastizales y que ahora albergan 180 especies diferentes de animales.
Durante los 30 años de su vida útil se extrajeron de la mina 260 millones de toneladas de lignito, unos trabajos que también generaron miles de toneladas de escombros que se fueron amontonando hasta formar un gran montículo artificial de 160 metros de altura.
Estas labores mineras dejaron un enorme hueco sobre el terreno de casi 18 kilómetros de perímetro y más de 200 metros de profundidad, un espacio degradado que ahora está lleno de vida, la de los cientos de animales y vegetales que ahora han colonizado la vieja escombrera. ¡Brindamos por ello!
Han tardado más de un año en grabar cómo ha sido la restauración de este entorno minero y cómo las distintas especies, tanto animales como vegetales, han ido colonizando este nuevo ecosistema. Sin duda, el tiempo y el esfuerzo han merecido la pena. ¡Juzgad vosotros mismos!