En otras entradas de este blog os hemos hablado de las células madre plenipotentes inducidas (iPS, por sus siglas en inglés) que fueron objeto de estudio en la investigación que le valió el Premio Nobel al científico japonés Shinya Yamanaka.
Precisamente un grupo de expertos compatriotas de Yamanaka, del Centro de Investigación de Células iPS y Aplicación de la Universidad de Kioto (CiRA), han realizado diversos estudios en los que llegan a la conclusión de que este tipo de células reprogramables podrían tener aplicación frente a la enfermedad de Parkinson.
Y es que estos estudios han demostrado que las neuronas dopaminérgicas, aquellas cuya mala síntesis y destrucción puede ser causante de la enfermedad, han sido trasplantadas en cerebros de primates sin apenas daño neurológico.
El trabajo se ha publicado en la revista Stem Cells Report y compara la respuesta inmune en trasplante autólogo (trasplante de células del propio sujeto) y en el alogénico (trasplante de células en individuos de la misma especie) en macacos.
En este sentido, esta línea de investigación es novedosa, puesto que hasta el momento los estudios se habían centrado en la recuperación de las células destruidas, mientras que el equipo liderado por Jun Takahashi ha optado por la sustitución de esas células neuronales perdidas por culpa de la enfermedad.
Esa sustitución se produce por células madre plenipotentes inducidas (iPS) que son casi tan versátiles como las células madre embrionarias y se obtienen de la reprogramación de otros tejidos del propio paciente, por lo que evitan dilemas éticos y no producen rechazo.
Aunque este experimento no aborda si las neuronas dopaminérgicas trasplantadas a los macacos pueden o no aliviar los síntomas del Parkinson, puesto que los animales utilizados en el estudio no tenían Parkinson, si muestra la posibilidad de producir neuronas y el lugar del cerebro en el que deberían ser trasplantadas si los pacientes fueran humanos.
Por este motivo, esta investigación abre una puerta a futuros tratamientos de la enfermedad de Parkinson mediante células madre plenipotentes inducidas (iPS), aunque sus autores indican que los ensayos clínicos con humanos no empezarían hasta dentro de varios años.