Hoy os vamos a hablar de astronomía porque os queremos presentar a Kepler-78b, un planeta extra solar que se encuentra en órbita alrededor de una estrella parecida al Sol, en la constelación del Cisne y a unos 400 años luz de distancia.
Pero, la singularidad de este pequeño astro reside en que, según dos investigaciones publicadas en la revista Nature, presenta una masa y densidad muy parecidas a las de la Tierra. Curioso, ¿no creéis?
Los autores de los trabajos, uno liderado por Francesco Pepe desde la Universidad de Ginebra y otro por Andrew W. Howard desde la de Hawaii, muestran que Kepler-78b tiene su núcleo compuesto de hierro y rocas, al igual que nuestro planeta.
En concreto, Kepler tiene un radio de tan sólo 1,16 veces el radio de la Tierra, mientras la masa es 1,86 masas terrestres. Estas cantidades dan una densidad de 5,57 gramos por centímetro cúbico, lo que da lugar a esta composición rocosa y férrica.
Aun así, se descarta poder vivir en este planeta. Os lo explicamos: Kepler-78b tiene un periodo orbital muy corto, de apenas 8,5 horas, porque gira muy cerca de su estrella, lo que significa que la temperatura en la superficie del planeta debe estar entre 3.000 y 5.000 grados.
El destino del exoplaneta es desaparecer, dado que las fuerzas mareales lo arrastrarán cada vez más cerca de su estrella. En algún momento se acercará tanto que la fuerza de gravedad de la estrella lo romperá aunque esto, según modelos teóricos, quizás no ocurra hasta dentro de 3.000 millones de años.