Hoy con nuestra imagen de la semana viajamos al Valle de Bekaa, en Líbano, de la mano de la actriz y embajadora de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) Angelina Jolie, para conocer la cruda realidad que vive cada día Hala, una niña de 11 años que en sus ojos parece haber vivido al menos 50.
La guerra en Siria le arrebató a su madre y tuvo que huir, junto a sus cinco hermanos, a un campo de refugiados. Ahora es la encargada de cuidarlos: Hala ha dejado de lado su infancia y se ha convertido en adulta a la fuerza.
Su hogar es ahora una tienda de campaña y a veces, por la noche, cuando se duerme sueña que su madre sigue viva y la llama por su nombre. Con esa esperanza se va todas las noches a la cama. Pero al despertar recuerda que un bombardeo ocurrido mientras jugaba en el patio de su casa con su hermano de 17 años la dejó, al igual que a sus hermanos, huérfana.
Lo que su hermano Kamel vio le dejó un trauma psicológico cuyas secuelas son hoy espasmos.
Sin noticias de su padre desde hace año y medio, los hermanos se reparten las tareas del hogar recayendo sobre Hala el cuidado de su familia. Éstos, por su parte, salen a buscar basura para vender lo que pueden y así comprar comida.
Esta es, en video, la historia de una niña de 11 años que ahora vive con las responsabilidades de una mujer de 50. Ha cambiado su casa con un jardín con naranjos en Siria por una tienda de campaña en un campo de refugiados; su cama, en la que su madre le contaba cuentos al irse a dormir, por el suelo y las responsabilidades de mantener un hogar.
Pero Hala no es la única que ha pasado por esto: la mitad de los cerca de tres millones de refugiados sirios son niños que, como Hala, han olvidado su infancia para convertirse en adultos a la fuerza.