El 70% de los cultivos para consumo, amenazados por el declive de las abejas

Los alimentos para consumo humano dependen en gran medida de las abejas
Foto: Greenpeace

¿Y si desaparecieran los kiwis, las sandías o los calabacines? ¿Y si nunca más pudiéramos volver a comer manzanas, melocotones o almendras? Es lo que podría pasar, según cuenta la organización ecologista Greenpeace en su informe ‘Alimentos bajo amenaza. Valor económico de la polinización y vulnerabilidad de la agricultura española ante el declive de las abejas y otros polinizadores’.

Este estudio concluye que el declive actual de las abejas podría provocar una crisis en la agricultura española porque las tres cuartas partes de los cultivos para consumo humano en nuestro país están amenazados, ya que dependen de la polinización por parte de los insectos.

Además, hasta ahora no sabíamos que la polinización por insectos supuso más de 2.400 millones de euros de beneficio inducido en los principales cultivos de consumo directo humano en 2011.

Por Comunidades Autónomas, las cinco que han sacado un mayor beneficio económico a la polinización son, por este orden: Andalucía (878 millones de euros), Cataluña (más de 321 millones), Murcia (249 millones), Aragón (194 millones) y Extremadura (más de 183 millones de euros).

¿Cómo es de vulnerable cada cultivo?

El informe de Greenpeace es tan exhaustivo que nos dice hasta qué punto son vulnerables los distintos sectores agrícolas. En concreto, establece que la vulnerabilidad de los frutos secos es del 34% y la del sector frutícola del 18%, mientras que la de las hortalizas alcanza el 17%.

Y el ranking de las cinco comunidades autónomas donde los cultivos para consumo humano están más amenazados son, por este orden: Asturias, con un ratio de vulnerabilidad del 34%; Cataluña (25%); Murcia (24%); Aragón (17%) y Galicia (16,5%).

Si conjugamos más factores en la ecuación, obtenemos como resultado que el sector frutícola del Principado de Asturias tiene un grado del vulnerabilidad del 68%, el de los frutos secos en Baleares asciende al 64% y el hortícola en Madrid llega al 39%.

Las poblaciones de polinizadores, en serio declive

El sector apícola español denuncia mortandades de abejas que oscilan entre el 20 y el 40%, algo que, como vemos, supone un evidente riesgo para la biodiversidad y también para nuestra alimentación.

Y en su informe Greenpeace analiza también los insecticidas autorizados que ponen en peligro a los polinizadores en España. En este apartado, las principales conclusiones dicen que la utilización de insecticidas en España aumentó un 56% entre 1990 y 2010; y que el uso intensivo de plaguicidas en la agricultura tradicional provoca casos de mortandades masivas de abejas.

Para luchar contra esta situación, desde Greenpeace proponen medidas como prohibir el uso de 319 plaguicidas peligrosos, que el Gobierno desarrolle un Plan de Acción Integral para proteger a las abejas o que se incremente la superficie destinada a agricultura ecológica, entre otras medidas.