La frase con la que titulamos este post se la tomamos prestada a la joven realizadora Diana Nava, directora del documental de la Organización de Entidades en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps) de Madrid ‘También somos mujeres’. La pieza audiovisual narra la vida de cuatro mujeres con discapacidad intelectual, capaces de afrontar una situación de desventaja social, desde una mirada optimista.
Hemos hablado con Diana Nava y esto es lo que nos ha contado sobre el premiado documental, en el que deja claro que el hecho de que estas mujeres tengan más barreras que las demás, no significa que sus derechos sean menores.
En ‘También somos mujeres’ cuenta la vida de cuatro mujeres con discapacidad intelectual y de la madre de una mujer con discapacidad. ¿Por qué y cómo surgió la idea de ayudar a dar visibilidad a un colectivo que convive con la discriminación múltiple?
La idea surgió de la Organización de Entidades en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS Madrid). El año en que rodamos el documental, 2011, era la primera vez en que las mujeres con discapacidad intelectual saldrían a la manifestación multitudinaria que todos los años tiene lugar en Madrid el Día de la Mujer, 8 de marzo.
Iban a hacerlo como un colectivo más dentro de los muchos que ese día se unifican en uno sólo reivindicando sus derechos individuales y colectivos. Era un momento digno de ser grabado, por el gran paso que esto suponía para el colectivo de mujeres con discapacidad intelectual.
¿Qué le han enseñado estas mujeres que le han contado sus historias para realizar el documental?
Las protagonistas de este documental y en general las personas con discapacidad intelectual que me voy encontrando en la vida tienen mucho que enseñarnos.
Me quedo con la valentía que tienen para enfrentarse a las barreras que encuentran en el día a día y el optimismo y perseverancia con el que lo afrontan
Una de las cosas admirables es cómo viven el día a día, mientras la mayoría de las personas perdemos mucho tiempo recordando tiempos pasados mejores o pensando en el futuro y se nos olvida lo importante de ‘el hoy’ la superación y disfrute del día a día.
Nos parece muy enriquecedor el hecho de que haya incluido en el documental el testimonio de una madre de una persona con discapacidad. ¿Qué valor añadido aporta esta figura?
Las personas que me encargaron el documental tenían muy claro los perfiles y grandes temas que tenía que contener el documental. La figura del ‘cuidador’, que en la mayoría de casos es ‘la madre’, era imprescindible. Nos decidimos por el caso de Lourdes por ser su hija, María, una persona con grandes necesidades de apoyo. Además Lourdes es una persona capaz de transmitir con gran entereza y sin tapujos su intimidad, lo que nos emocionaba a todos.
Hablar de discapacidad intelectual es hablar de un colectivo enorme con características particulares y de gran variabilidad en sus miembros, por eso es importante mostrar esa diversidad
Su documental acaba de recibir el premio Atades, que se suma a una larga lista. ¿Cómo valora estos reconocimientos?
Todas las personas que hemos participado en este documental estamos muy orgullosas de la gran difusión que ha alcanzado ‘También Somos Mujeres’. Desde luego era el objetivo principal de nuestro trabajo: visibilizar. A pesar de ello, yo no podía imaginar el alcance que ha tenido el documental incluso fuera de España. Estamos encantados.
¿Crees que los premios pueden servir para que el binomio sexualidad y discapacidad empiece a tener presencia en los órganos de toma de decisiones desde donde se puede contribuir a mejorar la vida de las mujeres con discapacidad?
Lo primero sería entender que para las mujeres con discapacidad no sólo es un derecho, sino una capacidad y un área esencial de su desarrollo personal, emocional y afectivo… Es muy necesario potenciar medios efectivos y atrayentes de información a la sociedad sobre la realidad sexual de estas personas. Se pueden hacer con documentales, películas, libros o tesis de investigación, novelas… Y por supuesto apostar con recursos por la visibilidad y con los apoyos que cada persona pueda necesitar en cada caso particular.
¿Su relación con el mundo de la discapacidad ha cambiado desde ‘También somos mujeres’?
Desde mi infancia he estado vinculada al mundo de la discapacidad intelectual, por lo que siempre lo he visto como parte de mi mundo. Mi padre, que es psicólogo, trabajaba en un centro de personas con discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo y yo pasaba allí fiestas y ratos con los internos.
Después me hice voluntaria en campamentos de verano de personas con discapacidad intelectual y paralelamente a mis estudios de audiovisual me he ido formando en discapacidad. Cuando se me planteó el documental y comencé a documentarme para elaborar el guión, me di cuenta de que había varias preguntas que no sabía responder: ¿Las mujeres con discapacidad intelectual pueden ser madres? ¿pueden trabajar? Y traté de resolverlas a lo largo del proceso del documental.
Al final lo que encontré son mujeres con los mismos sueños que las demás pero con muchas más barreras para alcanzarlos
Si pudiera convertirse, por un momento, en portavoz de todas las mujeres con discapacidad, ¿Qué dirías, qué reclamarías para que la vida del colectivo mejore?
Estoy segura de que una de las razones por las que este documental ha conseguido su gran trayectoria es porque todas las personas que lo ven se identifican con alguna o con varias de sus protagonistas
Las mujeres con discapacidad intelectual son un colectivo que demanda el cumplimiento de sus derechos como muchos otros colectivos de mujeres…. La diferencia es que ellas tienen una triple discriminación: por ser mujeres, por ser personas con discapacidad y por ser esta discapacidad de tipo intelectual
El que estás mujeres tengan más barreras que las demás no significa que sus derechos sean menores, al contrario: las mujeres con discapacidad intelectual son, ante todo, mujeres y así es como debemos verlas y si tienen barreras ayudarlas y apoyarlas para derruirlas