Una proteína que hace que nuestro cerebro cree nuevas neuronas durante toda la vida

Red de neuronasLas neuronas de nuestro cerebro no dejan de morir de manera incesante durante toda nuestra vida y se calcula que lo hacen a razón de una neurona por segundo. Este es un proceso necesario para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, pero cuando esta muerte neuronal es muy acusada, como ocurre en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el cerebro se atrofia y no es capaz de realizar sus funciones de forma correcta.

Ahora, un equipo de neurobiólogos españoles liderados por la investigadora Isabel Fariñas acaba de publicar un trabajo en el que explican cómo una proteína activa las células madre del cerebro y desbloquea un mecanismo con el que se crearían nuevas neuronas durante toda la vida.

Nuestros tejidos se renuevan constantemente gracias a las células madre, que generan nuevas células para sustituir a las células viejas y se sitúan en zonas muy específicas de los tejidos -que se conocen como microambientes- donde se relacionan con otras células.

Las células madre neurales en el cerebro adulto están unidas a otras células mediante una proteína de enlace que actúa como lazo, pero este estudio de la Unidad de Neurobiología Molecular de la Universidad de Valencia (UV) ha demostrado que hay otra proteína llamada MT5-MPP que es capaz de romper ese nexo de unión y liberar a las células madre de ese nicho.

Así se potencia la activación de las células madre y con ello la creación de nuevas neuronas, lo que podría convertirse en una nueva línea de soluciones terapéuticas y de tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.

Sin embargo, los autores de este trabajo de investigación -que se ha publicado en la revista científica Nature Cell Biology– advierten del peligro de la activación descontrolada de las células madre, puesto que pueden dar lugar a diferentes tumores en los pacientes.

A modo de conclusión podemos afirmar que, a pesar de los riesgos implícitos y que hasta el momento solo se ha probado en roedores, este estudio supone un gran avance en la llamada medicina regenerativa y puede ser muy útil para la investigación futura de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.