Las hembras de piquero pardo llevan los pantalones a la hora de realizar la función reproductora. Así lo revela un estudio realizado por investigadores de México y publicado por SEO/BirdLife, el cual explica cómo las hembras de esta especie de aves realiza la monta inversa durante el cortejo sexual, es decir, son ellas las que montan a los machos.
De hecho, esta singular forma de apareamiento la llevan a cabo el 12% de las parejas observadas de piquero común. Pero esta investigación va más allá y también concluye que las hembras que realizaron las montas inversas fueron más infieles que las que no mostraron este comportamiento.
Por otro lado, los investigadores también han observado que los machos emparejados con hembras que llevaron a cabo esta conducta sexual tuvieron una mayor probabilidad de copular con otras hembras distintas.
A pesar de que la monta inversa se ha observado en más especies de aves, Alberto Velando, de la Universidad de Vigo y miembro del Comité Científico de SEO/BirdLife, explica que la función de dicho comportamiento era todo un misterio.
Pero ahora, gracias a esta investigación se ha asociado que el piquero pardo lleva a cabo la función reproductora a la inversa debido a la conducta promiscua de la hembra y se consolida como el primer trabajo que encuentra diferencias entre las hembras que realizan montas inversas y las que no.
¿Os estáis preguntando por qué? Pues los diferentes investigadores participantes en el estudio señalan que esto se debe a un alto nivel de testosterona, razón por la cual se podría explicar la asociación entre la conducta promiscua y las montas inversas.
La ONG medioambiental SEO/BirdLife subraya que en España también hay especies que muestran curiosos comportamientos de emparejamiento, como el quebrantahuesos, al que no es raro ver en los Pirineos formando tríos poliándricos – práctica femenina de aparearse con varios machos – e incluso hay un caso documentado de cuarteto de quebrantahuesos en actitud sexual.