Avances para restaurar la función motora de las personas con Parkinson

Imagen de investigador trabajando con material de laboratorio
Foto: Web Universidad de Lund

El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor incidencia en nuestro país. De hecho, afecta a más de 150.000 personas en España tal y como te explicábamos en este post.

Si bien es una enfermedad para la que todavía no se ha hallado cura, el Parkinson es el punto de mira de muchas investigaciones como la que te vamos a hablar a continuación.

Y es que, científicos suecos, han demostrado, a través de un estudio publicado en Cell Stem Cell, que el trasplante de neuronas derivadas de células madre embrionarias humanas (hESCs, por sus siglas en inglés) puede restaurar la función motora en roedores.

El autor principal del estudio, Malin Parmar, explica que:

Nuestro estudio representa un hito importante en la evaluación preclínica de las neuronas dopaminérgicas derivadas de células madre embrionarias humanas y proporciona una información esencial para su empleo en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson

Pero, ¿cómo ha sido esto posible? Pues los investigadores de la Universidad de Lund trasplantaron neuronas dopaminérgicas, aquellas que se pierden progresivamente en las personas con Parkinson, derivadas de células madre embrionarias humanas en las regiones del cerebro que controla el movimiento en roedores.

Dichas células trasplantadas sobrevivieron al procedimiento, restauraron los niveles de dopamina – neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y que es especialmente importante para la función motora del organismo – a cifras normales al cabo de cinco meses y establecieron el patrón correcto de las conexiones de larga distancia en el cerebro.

Esto significa que la terapia restauró la función motora en los animales y por ello, los expertos destacan que las neuronas derivadas de células madre embrionarias humanas muestran una eficacia y una potencia establecidos con células fetales en pacientes con Parkinson.

En conclusión, este nuevo avance puede suponer una posible restauración en la función motora de las personas de Parkinson.