Cuando los temblores no significan Parkinson

El temblor es el más habitual de los trastornos del movimiento: se registran anualmente unos 600 casos por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la cifra de casos de Parkinson desciende hasta los 17.4 por cada 100.000 personas. Una estadística que deja claro que no debemos dar por hecho que sufrir temblores equivale a padecer esta enfermedad. Existen otras causas.

Es tan frecuente como comprensible que, al percibir temblores mientras realiza una actividad rutinaria (por ejemplo, servir un vaso de agua, tratar de utilizar un destornillador), cualquier persona se asuste y tienda a creer que está empezando a sufrir los efectos del Parkinson. Pero conviene recordar que esta enfermedad provoca temblores en reposo. ¿Qué es entonces lo que puede desencadenar ese efecto asociado con algún movimiento?

A menudo, se trata del temblor esencial. No es Parkinson, aunque sí es cierto que los pacientes que lo sufren (normalmente, mayores de 65 años) tienen más posibilidades de acabar desarrollando la enfermedad. El temblor esencial aparece sobre todo en manos y cabeza, si bien puede afectar también a los brazos, los párpados y otros músculos. En ciertas ocasiones empieza por una zona en particular y se extiende hacia otras a medida que pasa el tiempo.

¿Existe tratamiento para el temblor esencial? Las preguntas sobre esta cuestión deben, obviamente, plantearse a un neurólogo. Sí hay tratamientos, aunque no siempre resultan necesarios. En realidad, la clave está en si estos temblores interfieren o no en las actividades que el paciente necesita realizar a diario.

La mejor noticia es que la ciencia está consiguiendo avances muy significativos; y recientemente se realizó en España la primera intervención de cerebro a una persona con temblor esencial sin necesidad de abrir el cráneo. Se utilizaron ultrasonidos de alta intensidad, que han ayudado a Fabiola a mejorar de manera más que notable:

En cualquier caso, debes tener en cuenta que el temblor esencial no es neurodegenerativo: no suele progresar, ni afecta a la esperanza de vida. Y por supuesto, no olvides que los temblores no tienen por qué ser siempre originados por trastornos: el estrés, la fatiga y los excesos con el tabaco o la cafeína, por mencionar tres ejemplos muy comunes, también pueden ser causa de algún temblor esporádico.

 

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