Visitamos las aulas especializadas en autismo de Fundación Montemadrid

Jorge relaciona colores y frutas en fichas que pega con velcro. Ángela y Alberto siguen de cerca sus movimientos en el aula y corrigen con dulzura apoyando las frases en la lengua de signos. Es la hora de la atención individualizada para niños con autismo. Después, Jorge se reintegra a las clases con sus compañeros donde lo reciben como uno más. Es la experiencia de las aulas TEA (Trastorno del Espectro Autista) de Fundación Montemadrid en la Escuela Infantil Conde de Elda, en el madrileño Barrio del Pilar. Una experiencia pionera que nace de cuatro décadas de experiencia.

Ni hay dos niños iguales, ni existen dos cuadros de autismo idénticos. Cada caso tiene unas particularidades que lo hacen único, por lo que resulta fundamental valorar con detenimiento cada decisión sobre la educación del menor. Por supuesto, una de las más importantes es la referente a la elección de la escuela. En la mayor parte de los casos, los expertos recomiendan centros que apuesten por una educación inclusiva; un principio que es fundamental en la filosofía de las escuelas infantiles de la Fundación Montemadrid.

Las cuatro escuelas que tenemos en la capital son centros preferentes de escolarización de niños con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), los únicos en Madrid que cubren los dos niveles de educación infantil (de 0 a 3 años y de 3 a 6 años), y ponen a disposición de los alumnos y sus familias proyectos como ADITEA, aulas especializadas en Autismo. Cuatro décadas de experiencia, trabajando con niños de entre cuatro meses y seis años de edad, avalan a nuestros centros y su modelo único de educación en la primera etapa escolar.

El progreso de la investigación médica, especialmente en materia de diagnóstico, ha servido para identificar cada vez con mayor prontitud las dificultades físicas, psíquicas y cognitivas de los pequeños. Esto resulta determinante de cara al inicio de su recorrido en el sistema educativo, dado que la primera etapa en el mismo es vital para su desarrollo evolutivo. Nuestras instalaciones y nuestros profesionales están preparados para tratar sus necesidades, proporcionarles el apoyo que necesitan y ayudarles a orientar su futuro hacia la mejor dirección; con una metodología innovadora al tiempo que eficaz.

Las Aulas TEA han supuesto un desafío para las escuelas infantiles Adela Abrines, Alfredo López, Conde de Elda y Javier García Pita. Un desafío en línea con nuestra convicción de que optimizar la calidad de la educación implica evolucionar hacia una escuela inclusiva, hacia espacios que eviten la exclusión, que sean un impulso para todos y cada uno de los alumnos y que ayuden a promover e instaurar en nuestra sociedad actitudes de aceptación de las diferencias.

Si hablamos de educación, crear una escuela para todos debería ser un objetivo común, una meta que no fuese ajena a nadie. Por eso hemos dotado de un Aula TEA a todas nuestras escuelas infantiles en Madrid. Porque una escuela de todos y para todos es, al fin y al cabo, una escuela que educa en la diversidad.

Jorge es uno de los niños autistas que en estos momentos asisten a clase en los centros de Fundación Montemadrid.