«El columpio», porque jugar también es un derecho

Escribía Neruda que “el niño que no juega no es niño”, una idea tan sencilla pero que para muchos pequeños resulta imposible. Es por ello que la Fundación NUMEN ha presentado “El columpio”, un vídeo que manifiesta la importancia de construir parques infantiles “para todos”.

Este proyecto de integración pretende la diversidad en el diseño de parques, con el fin de evitar la exclusión de niños con dificultad motora y crear así un espacio inclusivo donde todos los pequeños puedan divertirse.

Jugar no sólo es un derecho de los niños, también contribuye a la comunicación entre ellos, además de ser un estímulo psicomotriz, lúdico y emocional. Sin embargo, la accesibilidad en los parques infantiles sigue siendo un reto pendiente: cada vez son más visibles las barreras en los parques convencionales para aquellos niños que no pueden correr y saltar como el resto, y a los que se les condena, de alguna manera, a ver cómo los demás se divierten.

Suelo acolchado, sin arena, sin escalones y con acceso directo para silla de ruedas. Estos son los requisitos básicos para que un niño con dificultad motora pueda acceder a un parque.

Mercedes Moneo, directora de la Fundación, explica que un parque habilitado “es mucho más costoso que uno tradicional, pero a su vez es más seguro. Estos espacios deben estar equipados con columpios cuyos anclajes soporten hasta 150 kg, y así resistir el peso de las sillas de ruedas”.

El Ayuntamiento ya ha puesto en marcha un proyecto que pretende renovar 33 áreas infantiles, “pero no se ha generalizado para todos los parques”, lamenta Moneo. Ante esta situación, la Fundación NUMEN ofrece servicio de asesoramiento al resto de asociaciones y empresas que estén interesadas en habilitar zonas recreativas.

Desde el pasado mes de junio los peques cuentan con un parque de juegos accesible gracias al patrocinio de organizaciones entre las que se encuentra la Fundación Montemadrid, que ha hecho que el comienzo del curso sea mucho más divertido para los 73 niños y adultos que acuden cada día a la Fundación Numen.

“El columpio” no es un simple vídeo: es el reflejo de una necesidad, de una ilusión; de un derecho.