Hasta el 1 de septiembre se puede visitar en La Casa Encendida la exposición de la decimoctava edición de “Inéditos” de Fundación Montemadrid, la convocatoria para comisarios menores de 35 años. Con esta iniciativa, la Fundación Montemadrid lleva casi 20 años enriqueciendo el tejido artístico de la ciudad con proyectos de jóvenes comisarios y fomentando su inserción en los circuitos profesionales. Un proyecto que además les da la oportunidad de producir su primera exposición y editar un catálogo bilingüe del conjunto de la muestra.
Las propuestas seleccionadas de esta edición han sido las de los comisarios Sergi Álvarez Riosalido (Sabadell, 1992), Lorenzo García-Andrade (Madrid, 1991) e Inés Muñozcano (Madrid, 1989).
Un hilo conductor une los tres proyectos: las relaciones humanas contemporáneas en un mundo cambiante e hiperconectado en el que los lazos sociales, sentimentales o profesionales toman todo el protagonismo. Esas relaciones aparecen representadas de forma diferente en cada proyecto expositivo: relaciones entre enamorados, relaciones entre contrincantes en un contexto deportivo y relaciones entre identidades virtuales. En ellas vemos cómo florecen conceptos coincidentes como el poder, el intercambio de información, la simbiosis o la más profunda frustración.
Tal como explica Inés Muñozcano, poniendo en valor el espíritu de la convocatoria como un espacio de avanzadilla de los nuevos discursos artísticos, Inéditos “expone las corrientes más jóvenes del pensamiento artístico, tan frescas que parecen casi la contemporaneidad de un futuro muy cercano y no del presente”.
Sobre la convocatoria de Fundación Montemadrid: ”Permite, desde una estructura profesional y una posición de visibilidad, desarrollar propuestas que de otra forma no serían programadas (…) Desafortunadamente, este tipo de convocatorias, aquí, son raras.” Lorenzo García-Andrade
El amor enemigo: Sergi Álvarez Riosalido
Un amor salvaje que arruina nuestra paz es la exposición comisariada por Sergi Álvarez Riosalido. Él mismo nos explica su motivación y el mensaje final de la propuesta: “Mi posición es bastante clara con respecto a desmontar y cuestionar un ideal de amor romántico absolutamente nocivo”. El amor de esta exposición es “salvaje”: gira alrededor de un amor subversivo que, en su potencial destructivo, acaba con toda aspiración a una totalidad o a un presunto ideal unificador.
A partir de fotografías, textos, pinturas y hasta una imagen religiosa del s. XIII, se pretende “generar un espacio lo suficientemente abierto para que cada persona pudiera desarrollar su propia interpretación de una serie de obras, imágenes, discursos, etc.”. Sobre la convocatoria de Fundación Montemadrid, Sergi destaca el hecho de contar con un altavoz como La Casa Encendida “y disponer de recursos suficientes para desarrollar un proyecto que implica a muchísima gente respetando su trabajo”.
¿Arte o deporte? Lorenzo García-Andrade
La Pista, el particular proyecto expositivo de Lorenzo García-Andrade, subvierte la relación entre espectador y obra mediante la instalación de una pista de pádel, real, utilizable y reglamentaria en La Casa Encendida. Tal cual. La Pista se activa y funciona como cualquier pista de pádel en la que, además de celebrar torneos entre artistas, comisarios o centros de arte, el público también podrá reservar para jugar partidos. “En lugar de haber una línea de investigación que atraviesa diferentes piezas, La Pista es una sola pieza es atravesada por las distintas líneas de investigación de sus autores.”
Sobre la convocatoria de Fundación Montemadrid, Lorenzo valora lo siguiente: ”Permite, desde una estructura profesional y una posición de visibilidad, desarrollar propuestas que de otra forma no serían programadas (…) Desafortunadamente, este tipo de convocatorias, aquí, son raras.”
“La convocatoria de Inéditos se abre generosamente a la colaboración con jóvenes comisarios y les ofrece una experiencia profesional de categoría”. Inés Muñozcano
Ser virtual. Inés Muñozcano
La exposición Viral Identities, comisariada por Inés Muñozcano, presenta obras de cuatro artistas cuyo trabajo reacciona al paisaje hegemónico de Internet. “La exposición explora —con instalaciones y cuatro vídeos— la nueva manera que tenemos de existir en el mundo contemporáneo, en el que la que la comunicación en internet y la construcción de las identidades virtuales ocupan gran parte de nuestro tiempo y energía”.
Inés tiene clara la importancia de este tipo de convocatorias: “La convocatoria de Inéditos se abre generosamente a la colaboración con jóvenes comisarios y les ofrece una experiencia profesional de categoría”.
Entrevista a tres bandas
Para conocer mejor las propuestas expositivas y a sus comisarios, les hemos planteado el reto de entrevistarse entre ellos con una especie de peloteo de calentamiento entre ellos.
Lorenzo a Inés: ¿Si tuvieras que hacer una secuela de esta exposición/investigación, en que dirección iría?
El tema seguiría siendo el mismo, Viral Identities da para varias secuelas. En este caso, he juntado cuatro aproximaciones muy distintas a las identidades online, pero si se mira con atención son muchos los artistas cuya obra discurre sobre nuestras conductas virtuales. Algunos artistas con los que me encantaría colaborar en futuras ediciones son la taiwanesa John Yuyi, el sudáfricano Bogosi Sekhukhuni o la marroquí Meriem Benani, por ejemplo.
Inés a Sergi: ¿Por qué es importante la interpretación contemporánea de obras antiguas, como un manuscrito del XVI o un cristo medieval?
El propósito de juntar una serie de obras como las que comentas era abordar una interpretación distinta a la de la tradición para cuestionar una serie de tópicos alrededor de esas piezas, como el amor sacrificial, el amor pasión, etc. Hay una gran cantidad de imágenes, símbolos y textos que han sido manipulados y tergiversados por instituciones, poderes, religiones, etc., y que nos pueden sorprender si cambiamos el marco de lectura y los tratamos “amorosamente”, por cursi que suene esto último.
Sergi a Lorenzo: ¿En qué momentos has dudado de lo que estabas haciendo? ¿En cuáles has tenido la certeza absoluta de que lo que estabas haciendo tenía todo el sentido?
A la hora de construir la propuesta, las cosas parecían más claras; luego, en el proceso, entran las crisis. He dudado en muchos momentos sobre muchas cosas: sobre si estaba reproduciendo la misma perversión que la que critico a veces, tenía dudas de que fuera a ser una instalación sin mas. Sin embargo, nunca he dudado hasta el punto de plantear cambiar el proyecto. Siempre he creído que, si éramos capaces de llevar el deporte, no la pista en sí, sino el deporte, a La Casa Encendida, el proyecto iba a funcionar.
Inés a Lorenzo: ¿Puedes imaginar cómo transformaría La Pista un nuevo espacio que no fuera un centro cultural? O, al revés, ¿qué aportaría un contexto diferente al de La Casa Encendida a la obra de arte?
La Pista se concibió como un proyecto para un centro cultural; y muchas de las connotaciones del gesto pasan por ese arco de introducir un sistema dentro de otro y el juicio que tensa en la duplicidad de situaciones que crea. Al suceder en La Casa Encendida, que es un centro con otros servicios públicos, sin una normativa adaptada para este tipo de actividad, en una sala de exposiciones, etc., se ponen en cuestión una multitud de cosas.
Lorenzo a Sergi: ¿Cómo ha cambiado la lectura de tu exposición a lo largo de estos meses con el cambio de obras y con el traslado de la idea a su materialización?
Lo cierto es que, a pesar de las dificultades y de tener que hacer algunos cambios sobre la marcha, el núcleo de la exposición no ha cambiado sustancialmente. Creo, eso sí, que se ha hecho más complejo el fondo gracias a las conversaciones que mantuve con Mery Cuesta —comisaria y miembro del jurado de Inéditos 2019— acerca de las obras y que pueden leerse en el catálogo.
Sergi a Inés: ¿Cuántas veces durante este tiempo trabajando en tu proyecto te has sentido como si hubiera un terremoto mientras estabas volando, como dice Bob en la obra de Amalia Ulman, que se incluye en Viral Identities?
No demasiadas veces, por suerte, pero tampoco ninguna. A pesar de no estar viviendo en Madrid, de tener un montaje un poco complicado y de trabajar con cuatro artistas que durante el último medio año se han estado moviendo por cuatro continentes distintos, nuestra comunicación ha sido fluida, eficiente ¡y siempre digital! Por eso, los traspiés que han ido surgiendo los hemos resuelto con bastante gracia.