Fundación Montemadrid ha firmado un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Toledo para la restauración del torreón y puesta en valor del Puente de Alcántara, que incluye la creación de la Escuela de Empleo de Restauración del Torreón. La Fundación, que financia el proyecto con 226.000 €, dirigirá la restauración de la torre y la puesta en valor del puente, mientras que la gestión de la Escuela correrá a cargo del Ayuntamiento de Toledo.
El torreón del Puente de Alcántara es uno de los elementos más emblemáticos del sistema de fortificación y defensa de la ciudad de Toledo y su restauración permitirá hacerlo accesible al público. También se recuperará el mecanismo de accionamiento del rastrillo original, un elemento de interés excepcional, y se creará un nuevo mirador privilegiado sobre el casco histórico toledano y sobre el cauce del río Tajo.
Además de su aportación a la conservación del patrimonio, el proyecto generará un valor productivo, ya que en la restauración se empleará a jóvenes desempleados a los que se proporcionará una formación cualificada en la especialidad de albañilería clásica a través de la escuela de empleo.
«Nos parece que unir Patrimonio con el desarrollo turístico y económico de la ciudad y hacerlo accesible a todo el público es importante» manifestó el director general de la Fundación Montemadrid, quien destacó que «es un proyecto muy en consonancia con lo que nosotros somos, ya que la formación profesional para nosotros es básica, es nuestro punto fuerte, como también buscar que nuestros proyectos vayan orientados a los colectivos más vulnerables de la sociedad, como en este caso». Cristóbal Sánchez mostró además su satisfacción por «que esto lleve aparejada una especialización en un oficio tan relevante para esta ciudad como es la albañilería clásica».
Por su parte, Milagros Tolón recordó que «retomamos una colaboración que ya mantuvimos con la Fundación en el pasado, con la restauración de las murallas“ e hizo hincapié en que «es un proyecto para favorecer el empleo» y «una oportunidad de futuro para jóvenes que no han terminado la ESO y afrontan el futuro con incertidumbre”. También anunció que la escuela arrancará a principios de 2020 y expresó su intención de que «sea una escuela con entidad municipal y que se lleven proyectos de restauración importantes y que tenga continuidad».
El concejal de Empleo, Promoción Económica, Innovación y Turismo, Francisco Rueda, añadió que «es una escuela de segunda oportunidad» y manifestó: «Esto es posible gracias a la aportación económica de la Fundación Montemadrid y al Ayuntamiento, que aporta los medios técnicos y profesionales necesarios».
La restauración del torreón
El Puente de Alcántara de Toledo es uno de los más importantes elementos del complejo y variado sistema de fortificación de la ciudad. Su origen se remonta a época romana, si bien la primera noticia en crónicas históricas data del año 788. En él confluían los caminos que desde el otro lado del Tajo provenían del este y del sur y tenía una enorme importancia defensiva y estratégica, pero también fiscal (cobro del impuesto del pontazgo), ya que era paso obligado para acceder a la ciudad desde el este salvando el cauce del Tajo.
El torreón occidental, cuya construcción las referencias históricas sitúan a comienzos del siglo XIII, permanece inalterada prácticamente desde 1590 y es un auténtico “hito” volumétrico visual en la ciudad de Toledo. Se trata de una torre-puerta exteriormente ejecutada con fábrica de sillería granítica, con una altura sobre su nivel de arranque en la ribera que supera en algunos puntos los 30 metros, y que permanece inalterada prácticamente desde 1590.
El proyecto de restauración dirigido por la Fundación Montemadrid recuperará la gran estancia superior y el sistema defensivo completo de esta torre-puerta. Esto supondrá la puesta en valor este monumento, proporcionando la contemplación de un elemento de arquitectura militar medieval excepcional, con el añadido de una gran estancia con miradores inéditos sobre el Tajo y la ciudad de Toledo para disfrute de sus visitantes. La visita permitirá llegar desde el nivel del puente hasta el piso primero y a partir de éste, una vez contemplado el rastrillo y su funcionamiento, acceder al terrado con su adarve o andador perimetral.