Ya hemos encontrado al joven poeta para el XII Premio de Poesía Joven RNE – Fundación Montemadrid. Su nombre es Antonio Díaz Mola y su obra ganadora, Apostasíaserá editada y publicada por la editorial Pre-Textos.
Esta edición del XII Premio de Poesía Joven RNE – Fundación Montemadrid, marcada por la pandemia de la Covid-19, ha recibido casi 300 propuestas entre las que ha destacado este “libro excelente, muy original, que sorprende por su pulcritud y donde destacan su madurez poética, el equilibrio en sus contenidos y la perfección en sus formas”, como apuntaba el jurado que se reunió el pasado mes de julio y que fue integrado por Amalia Bautista, Ben Clark, Esperanza López, Ignacio Elguero, Javier Lostale y Luis Alberto de Cuenca.
Este no es su primer galardón recibido por Antonio Díaz Mola (Málaga, 1994) ya que ganó el Premio de Poesía Ateneo de Málaga en 2019, el XXXII Certamen González Waris así como el I certamen del Museo del Vino de Málaga.
Hablamos con él en esta entrevista donde nos da su personal punto de vista sobre la poesía, la motivación, la paciencia… Y hasta del apocalipsis.
¿Qué ha supuesto para ti ganar el XII Premio de Poesía Joven entre los 282 poemarios presentados?
Supone la satisfacción de dejar de ser inédito con la publicación en Pre-Textos, donde a tan buenos poetas he leído y sigo leyendo. Por añadir algo más, es una gran noticia que un jurado de tan reconocido prestigio me otorgue la unanimidad.
¿Ha influido la situación actual de la crisis del Covid-19 en tu obra Apostasía? ¿De qué forma?
Por supuesto. De hecho, ha sido el elemento disparador. En la situación actual de crisis y pandemia es donde se forjó la idea de Apostasía, una idea que, al principio, fue difusa, con fragmentos inconexos de protesta, pero que poco a poco fueron cobrando forma, y entonces, fui poetizando el doble caos (externo e interno) articulándolo desde la desconfianza en certezas, verdades y términos absolutos. Con todo, a pesar de lo apocalíptico, he querido darle oxígeno al libro: meter el amor, la risa, o el paisaje.
Hemos visto que entre los autores que más lees están los miembros de la generación del 27, el grupo contemporáneo de México y los infrarrealistas Bolaño o Mario Santiago. ¿Cuáles son tus referentes más actuales?
Es algo que quisiera matizar. Esas influencias las dije en mi primera aparición en un medio digital. Lo cierto es que, del 27, lo más notable, a mi modo de ver, está en Salinas. «Beber» del 27 es como beber del Siglo de Oro, o de Shakespeare, o de Platón: algo ineludible. Respecto a los demás, solo Bolaño mantiene a día de hoy mi entusiasmo, sobre todo en novelas como Amberes, Estrella distante y Los detectives salvajes. Las referencias actuales están claras. Poetas como Álvaro García y Antonio Cabrera me han ayudado a quitar solemnidad a los grandes temas universales, y tirar del hilo en lo concreto. Poemas como Regreso, del primero, y Lugar de ruiseñores del segundo, son un claro ejemplo para ilustrarlo.
¿Sigue siendo la poesía un género minoritario o crees que el éxito de que algunos llaman poetas influencers puede acercar a más gente al género?
Creo que sigue siendo minoritario el propio ejercicio de la lectura. Hay muchos escritores (o escribidores) de poesía, y poquísimos lectores de poesía. Los poetas influencers que comentas no pueden acercar el género a un público más o menos amplio, porque no escriben dentro del código que requiere el género poético. Lo que acercan al público es, a mi entender, un texto descuidado, proponen una terapia de grupo adolescente, infantil, de pensamientos ni fijados ni cristalizados en la concreción verbal. Son textos que, en tanto que enumeraciones de emociones que van tachando, bien pueden funcionar como listas de compra.
¿Qué importancia tienen los premios literarios y de poesía como este en nuestro país?
La importancia de dar luz a una siempre nueva ola de poetas, y fijar esa visibilidad con difusiones en editoriales de largo recorrido. Por suerte, en España hay gran tradición de incentivar la creatividad en diferentes géneros, hay amplia oferta. Si nos quejamos, que no sea por esto.
¿En qué estás trabajando actualmente?
En distintas cosas: curso aún el grado de Filología Hispánica, estoy leyendo artículos de lingüística, etcétera. También -y es lo más novedoso- en recomponer un plato de más de 150 años. Si no lo consigo, tendré que convertir el plato en libro de poemas, por no dejar ausencias notables y reprochables. Lo más difícil es la paciencia. El arte de la paciencia es complejísimo. Quizá convenga no ser tan meticuloso, y así dejar que el plato cobre la forma de la actualidad.
¿Nos podrías recomendar cinco lecturas para este verano?
Por mantener el espíritu de Apostasía, mi recomendación va a ir dirigida a cuatro películas: Only lovers left alive, El lado oscuro del corazón, El truco final, y Origen. También a un disco: Ser sin sitio, de Conde poniendo música a los poemas del libro homónimo.
Sobre esta convocatoria
RTVE, con la colaboración de la Fundación Montemadrid, convocó el XII PREMIO DE POESÍA JOVEN RNE-FUNDACIÓN MONTEMADRID para autores que no tuvieran más de treinta años en la fecha de cierre de la convocatoria. La obra premiada será editada y distribuida por la editorial Pre-Textos.