Joaquín de Luz, director de la CND, ha participado hoy en la actividad, dirigida a 45 alumnos de segundo y quinto de Primaria de los que el 31% tienen necesidades educativas especiales.
La Compañía Nacional de Danza y la Fundación Montemadrid colaboran por quinto año consecutivo para que los alumnos sordos y oyentes del colegio Ponce de León puedan acceder a los beneficios de la danza. En el taller “Silencio se baila”, impartido durante todo el curso escolar, han participado ya 136 alumnos de los que más del 30% tiene algún grado de discapacidad y que conviven en este centro de educación inclusiva, bilingüe lengua oral/lengua de signos.
El bailarín y director de la CND, Joaquín de Luz, ha participado hoy en la actividad realizada en el gimnasio del Colegio Ponce de León, para conocer los resultados de este año y compartirla con profesores y alumnos. El objetivo de la Compañía con este proyecto es hacer accesibles los beneficios de la danza a todas las personas y favorecer su desarrollo integral en las diferentes etapas de la vida.
Para Cristóbal Sánchez, subdirector general de Programas y Centros de Montemadrid, “la colaboración con la Compañía Nacional de Danza refuerza los objetivos transversales de nuestra Fundación, porque creemos que el acceso de todas las personas, sean cuales sean sus capacidades o su situación, a cualquier manifestación artística, rompe barreras y amplía las posibilidades de crecimiento personal e integración”.
Para Joaquín de Luz “el taller Silencio se baila, realizado desde el curso 2017/2018 con el colegio Ponce León, en colaboración con la Fundación Montemadrid, es una increíble experiencia que nos permite ser testigos de cómo seres humanos maravillosos, niños con distintas capacidades, reaccionan de forma inesperada, emocionada e intensa a la música y a la danza. Gracias a todos ellos ¡De esto es de lo que se trata!”
El taller forma parte de la programación didáctica de Educación Física, reforzando los objetivos curriculares de la asignatura, y tiene como finalidad aportar a los estudiantes una nueva herramienta de comunicación a través del cuerpo, así como ofrecer al profesorado instrumentos novedosos de improvisación.
La lengua de signos se convierte en motor de la secuencia del movimiento durante la actividad, impartida por un bailarín de la CND con el apoyo del profesor de Educación Física del colegio.
Además de las sesiones prácticas de los talleres, el alumnado del centro Ponce de León ha podido en dos ocasiones asistir y conocer a los bailarines y bailarinas de la CND durante los ensayos en su propia sede, ha asistido al ensayo general del ballet “Giselle” en el Teatro de la Zarzuela y ha asistido a la presentación del cuento “Carmen”, inspirado en la coreografía de la CND.