Tengo una compañera que tiene diagnosticado trastorno bipolar desde los 26 años. Ahora tiene 36 y está felizmente casada, completamente estable desde hace mucho tiempo, es muy feliz y espera ilusionada la llegada de su primer hijo.
Con esto quiero comenzar diciendo que la enfermedad mental bien tratada y sobre todo bien aceptada y entendida, procura en muchos casos una vida plena, un trabajo como cualquier otro, una vida sentimental estupenda y unos hijos deseados, cuidados y amados como los que más.
Evidentemente, mi amiga y compañera, ahora que está ‘en estado’, nos plantea a menudo sus ilusiones, y en ocasiones también sus miedos, sobre todo el vértigo que le da el que su hijo pueda padecer su trastorno algún día. Pero como alguien muy muy sabio le dijo hace poco:
Si eso ocurriera, tú mejor que nadie, que la has sufrido en tus propias carnes, sabrías qué hacer, cómo ayudarle, cómo entenderle. Tendría el mejor apoyo del mundo.
El caso de mi compañera y su buena situación mental no es tan excepcional. Son muchísimas las personas con enfermedades mentales que son felices, están integradas en la sociedad plenamente y han conseguido el equilibrio en sus vidas.
Aún así, no todos los casos tienen la misma historia. No todas las mujeres se encuentran tan bien, ni tienen el apoyo familiar, social o psiquiátrico de mi amiga. La realidad es que son muchas personas las que necesitan más ayuda para conseguir a encontrarse bien. La Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Manantial, han querido ir un poco más allá en este tema, y se han preocupado especialmente por conocer el estado de las personas con enfermedad mental «embarazadas» o con niños.
Para ello, ha realizado un estudio que revela la situación en la que se encuentran los 206 hijos menores de 60 personas atendidas en la Red de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental de la Comunidad de Madrid.
Según esta investigación, y ciñéndonos al grupo estudiado para ello (es decir, que estas no son las cifras de la población general, sino sólo del estudio), el 65% de las personas con enfermedad mental tuvo hijos después de que comenzaran sus problemas de salud mental. El 43% de los hijos no sabe que los padres tienen una enfermedad mental y casi el 70% de los usuarios no habla de la enfermedad con sus hijos. El 27% de los usuarios no saben con quién se quedaban sus hijos durante las hospitalizaciones.
Otros datos que da el estudio es que el 50% de los niños no vive con sus padres y casi el 30% vive en instituciones o en acogimiento (no de familia extensa). Esta situación se acrecienta más si son las madres las que padecen enfermedad mental: sólo el 10% de los niños vivían con ellas y el alejamiento de los hijos era mayor, un 35% de los niños vivían en instituciones y un 15% en acogimiento.
El estudio continúa:
La enfermedad mental de los padres durante la infancia y niñez temprana puede conducir al desarrollo de desajustes emocionales y conductuales en periodos posteriores de la vida si no existe una adecuada atención a la familia. Además la sintomatología psicótica puede interferir en el vínculo que se establece entre los padres y los niños e incluso imposibilitar en periodos de crisis la atención de sus hijos
La investigación se ha realizado con un fin: el conocer la realidad de una parte de la población que sufre trastornos mentales pero para darles solución. Porque se ha demostrado que la seguridad del afecto, el apoyo social de la familia y el apoyo profesional adecuados, reducen significativamente estos riesgos. Conscientes de ello, la Fundación Manantial y Obra Social Caja Madrid ponen en marcha el proyecto llamado ‘La Casa Verde’.
Se trata de un programa de apoyo, prevención y seguimiento para hijos de personas con trastorno mental de entre cero y cinco años, dirigido también a madres embarazadas, con el objetivo de compensar los posibles déficits durante la crianza y procurarles una mejor calidad de vida al prevenir situaciones de riesgo de padecer algún trastorno mental o de conducta a lo largo de su desarrollo.
Elena de Carlos, responsable de comunicación y relaciones institucionales de la Fundación Manantial nos cuenta los objetivos de este proyecto:
Lo que queremos antes que nada es servir de apoyo total. Que si una persona sufre una crisis o un brote de su enfermedad, que se sienta apoyada, que no tenga que perder la tutela de su hijo en ningún momento ni que se lo tengan que llevar a una institución. Desgraciadamente, estas situaciones se repiten en nuestro trabajo, y eso es precisamente lo que queremos evitar
Y es que, desgraciadamente, no todas las personas con enfermedad mental cuentan con el mismo apoyo:
Aunque si bien es cierto que muchas mujeres con trastorno mental llevan vida normal y tienen la suficiente red de apoyo social, sanitaria y personal que les permite sacar adelante sin dificultades a sus hijos, actualmente hay una gran cantidad de personas que no tiene la suerte de encontrarse bien ni disponen de esa red de apoyos , y se encuentra en una situación de debilidad y desamparo. Es el caso de la gran mayoría de las personas que aparecen en el estudio que se ha realizado. ‘La Casa Verde’ lo que quiere es proporcionar a todas esas personas una completa red de atención social que gestione cualquier problema que les pueda ocurrir, sobre todo para que, pase lo que pase, puedan ejercer plenamente su derecho a ser madres.
El perfil de los persona con enfermedad mental con hijos a su cargo es mujer entre 41 y 50 años, soltera, casada o divorciada, con ingresos propios procedentes de pensión no contributiva, con una declaración de minusvalía del 65%, con un diagnóstico de esquizofrenia o trastorno de personalidad y con dos hijos cuya media de edad es de 10 años. Elena de Carlos continúa:
Queremos servir de apoyo a esas madres de familia, sobre todo a las que han perdido sus referencias, a las que no tienen una madre detrás, ni amigos, ni pareja con la que contar. Lo que queremos es actuar e intentar disminuir como sea las cifras del estudio
Según María Fernanda Ayán, directora del Área de Acción Social de Obra Social Caja Madrid:
Desde esta perspectiva, se hace necesario un trabajo de apoyo y seguimiento más específicos que permita la crianza de los hijos por sus padres con enfermedad mental, o bien la separación en aquellos casos en los que no sea posible, pero siempre facilitando un ambiente de estabilidad y afectividad con el objetivo de prevenir futuros desajustes psicosociales en los hijos, y el bienestar y atención adecuada de los padres con trastorno mental.
Lo que van a poder encontrar estas personas en el proyecto Casa Verde les puede ayudar mucho. Estas son sus principales áreas de intervención:
– Psicoterapia Infantil.
– Psicoterapia con la madre o el padre si fuera necesario.
– Competencias Parentales también para los progenitores que lo necesiten.
– Sesiones de contención.
– Sesiones de juego simbólico con los hijos.
– Y toda la atención que precisen tanto los niños como los padres.
Son muchas las actividades que la Casa Verde tiene previstas para ayudar, y siempre encaminadas a ayudar a normalizar la situación de esas familias. Si te interesa, no dejes de informarte si lo necesitas. Lo puedes hacer llamando al teléfono 91 434 20 59 o escribiendo a casaverde@fundacionmanantial.org o a comunicacion@fundacionmanantial.org. ¡Mucho ánimo!