
Cuatro décadas se dice rápido pero si sumamos unos cuantos dedos y los multiplicamos por diez veremos que es tiempo suficiente para tener una historia que contar. Fue algo que empezó a gestarse en 1964 pero que hasta 1970 no se constituyó con nombre propio: Cruz Roja Juventud (CRJ).
La sección juvenil de Cruz Roja Española cumple cuarenta años cambiando el mundo bajo la bandera de la educación entre iguales y prevención en los ámbitos de salud, educación, medioambiente, cooperación internacional e inclusión social. Mucho ha llovido desde su primer director, Manuel Fiol, hasta el actual, Aitor Murciano, para que CRJ haya logrado hacerse un hueco dentro de Cruz Roja con la juventud como motor principal y haciendo del voluntariado una forma de vida. Para una fecha tan señalada tuvimos la oportunidad de hablar con el actual director de CRJ, Aitor Murciano, en compañía del que fue el primero en ocupar el mismo cargo en la entidad, Manuel Fiol, que desgraciadamente falleció pocos días después del encuentro.
En sus inicios, sólo eran niños con uniforme de civil que dispuestos a ayudar ante las emergencias no gozaban de la buena consideración de las brigadas de socorro de la CR. Esa primera etapa fue escolar, caracterizándose por ser un programa que, con la ayuda de los maestros, daba a conocer hábitos de higiene y salud. Aunque el reglamento hablaba de una CRJ, ésta no existió hasta 1970 cuando se cogió ese artículo para iniciar su fundación. A partir de entonces fue creciendo poco a poco con más programas y cursos de formación para implantar lo que hoy en día es la CRJ.
¿Cómo has llegado a ser director de CRJ?
Al principio era afiliado de la CRJ porque en las primeras etapas al no tener 14 años sólo puedes estar afiliado y participar como usuario. Es decir, formas parte de la asociación pero no eres voluntario. A los 14 años entré y empecé como voluntario en el programa de integración con personas con discapacidad psíquica, hasta que al final llegué aquí. Con el tiempo fui cogiendo responsabilidades, hasta que pasé de ser coordinador de un proyecto local a ser director local de CRJ en Villareal. Así que de la local a la provincial y finalmente aquí en Madrid, desde hace casi tres años.
¿Qué balance se hace de estos 40 años?
Me hace gracia porque veo muchas similitudes del inicio a ahora. Ahora tenemos un lugar en Cruz Roja, pero a veces cuesta ver el papel que hace CRJ como un trabajo serio que tiene un impacto a nivel de valores e intenta cambiar el mundo, no sólo como una asistencia urgente o respuesta a la problemática de un colectivo concreto.

¿Cómo os han afectado los cambios sociales?
Los últimos doce años han sido claves para el desarrollo de CRJ. A principios de los 90, a nivel sociológico se vivió un boom del asociacionismo y mucha actividad. En cambio a finales de la década y con la llegada del nuevo milenio, la gente no se involucró tanto, hubo problemas de voluntariado que, junto con crisis de valores, han cambiado las sociedades.
Y en la actualidad…
Ahora estamos mucho mejor porque tenemos más derechos, pero hacemos frente a nuevos retos como son el tiempo, otro tipo de voluntariado y una juventud a la que exigen que esté muy preparada para optar a un buen trabajo, tener una titulación, pagar una casa, etc. Son factores que hacen que el joven de hoy no tenga el mismo tiempo libre que antes y se lo reparta mejor porque se ha de ser exitoso en el trabajo, en los estudios y encima tener vida social. De esta manera, estamos viendo como hay que estar para que la gente joven pueda seguir participando.
Teniendo en cuenta la crisis, ¿se ha visto afectado el voluntariado?
En este aspecto la crisis no tiene nada que ver. Hubo unos años en los que aumentó el voluntariado pero diría que está más relacionado con la escala de valores y el asociacionismo de la sociedad.
Vuestro objetivo es un mundo mejor, ¿cómo pretendéis lograrlo?
Básicamente, a través de la educación entre iguales que es nuestro vehículo para promover hábitos de vida sana. Intentamos transmitir unos valores para hacer una sociedad más justa, porque, al fin y al cabo, lo que tu estás viviendo lo estás reproduciendo. Para ello no sólo nos centramos en el punto de vista sanitario sino que también esta la alimentación, las drogas, la sexualidad, la diversidad, como prevenir el ‘ciberacoso’ o la violencia de género.
¿Qué prioridades tenéis?
Que los jóvenes formen parte de esta sociedad a la que asiste ya significa un buen punto de partida y una forma de cambiar nuestra sociedad. A través de los proyectos que tenemos buscamos el apoyo de asociaciones públicas, ofrecer alternativas de ocio o interacción con jóvenes para los que el voluntariado supone una forma de vida.
¿Cómo está la juventud en España en comparación con otros países?
La juventud española es un referente para la de otros países. Más del 70% de los voluntarios de todo el movimiento internacional son menores de 30 años. Aunque cada estado tiene su desarrollo, en general, todos están ahí.

¿Cuáles son los ámbitos que trabaja CRJ?
Tenemos seis programas. El primero es el de ‘Perspectiva de género y coeducación’ en el que se trabaja todo el tema del machismo, la igualdad en el trato, etc., especialmente con adolescentes. Luego esta la sección de ‘Educación ambiental y sostenibilidad’, centrada en la sensibilidad hacia el entorno, el medioambiente o el impacto de nuestro consumo. No vamos a plantar pinos, sino que lo hacemos de una manera simbólica concienciando sobre cuidar el mundo. Otro programa es ‘Desarrollo y cooperación internacional’, que tiene su fuerte en unir las distintas realidades y sensibilizar acerca de la diversidad cultural. Por ejemplo, mandamos material escolar a Colombia o Venezuela, cosa que lo pueden comprar pero lo importante es el hecho de que un niño de aquí meta en una bolsa su material que dona siendo consciente que llegará allí y se lo está dando a otro niño de su edad que lo necesita. Es una forma de acercar realidades. El cuarto programa, y uno de los más fuertes, es el de ‘Promoción y educación para la salud’ en el que se tratan temas como la sexualidad, las drogas, el alcohol, el Sida y la alimentación; todo enfocado a la prevención y a desmontar los mitos existentes. El siguiente programa es ‘Intervención e inclusión social’ referente a los proyectos de integración de personas con discapacidad, inmigrantes, centros de inclusión social, apoyo escolar y bullying. Por último, ‘Participación’, el programa estrella que mantiene vivo el espíritu asociacionista de gente joven que tiene unas prioridades que van más allá porque quieren hacer algo por cambiar el mundo.
¿Cómo os coordináis con la organización internacional y con otras delegaciones de CRJ?
Depende mucho de cada país. Ahora estamos muy bien organizados y la juventud tiene un espacio dentro de Cruz Roja, por ejemplo, en el consejo ejecutivo hay un representante de juventud. Mientras que acostumbramos a ayudarnos con otras países en el fortalecimiento, organización y coordinación de CRJ.
¿Cómo actúa CRJ ante una desgracia como Haití o el terremoto de Chile?
En estos casos se organiza desde el departamento de cooperación. CRJ esta dividida por distintos campos de acción. Al lugar de la catástrofe acuden los voluntarios que, habiendo pasado el curso y los procesos pertinentes, se han especializado en un campo de acción determinado. Entonces, reciben la alerta y si están disponibles acuden.
Existe una tendencia a irse fuera de España de voluntario cuando en nuestra ciudad también hay gente necesitada, ¿qué opinas de ello?
En CRJ centramos nuestros esfuerzos en cambiar la realidad de aquí y en ayudar a otros países. Cada una de nuestras divisiones se encarga de algo. Para nosotros esto de irse un mes a un país tercermundista y volver al tuyo no es voluntariado sino que son vacaciones solidarias. Un mes es demasiado poco tiempo para todas las acciones que supone un voluntariado.
40 Años no se cumplen cada día, ¿cómo lo celebraréis?
Aún no tenemos fecha, pero sí que hemos pensado en organizar un día de celebración convocando a todas las delegaciones de Cruz Roja en España. No sólo en el ámbito de la juventud porque la organización es muy grande y siempre ha habido gente que nos ha apoyado o marcado de una u otra manera.
¿Qué planes tenéis de cara al futuro?
Nuestro principal reto es el de seguir siendo un referente de la juventud para poder hacer un mundo mejor y cambiar la imagen negativa que se tiene de los jóvenes. Pensamos que la juventud forma parte de la sociedad y tiene un papel cada vez más importante.
MANUEL FIOL, IN MEMORIAM
Manuel Fiol siempre será recordado como el primer director nacional de Cruz Roja Juventud y su labor para impulsar la sección juvenil de la organización. Tuvimos la oportunidad de hablar con él días antes de su fallecimiento. «Estaba en el mundo de la juventud, tenía experiencia en la materia y hablaba idiomas», por eso le propusieron el cargo de director de CRJ, según manifestó Manuel Fiol, quién recuerda que visitó las delegaciones de Canadá, EUA, Yugoslavia, Italia e Inglaterra, entre otros países, para ver como estaban organizados y así adaptar su modelo en España. «Los primeros años los pasamos aprendiendo, participando en las actividades internacionales y sobre todo integrándonos e intentando ser aceptados por CR», explicó Fiol, añadiendo que «éramos niños, pero poco a poco nos fuimos imponiendo y nos empeñamos en decir no teníamos en cuenta la edad, sino la titulación».