«Un niño, un abuelo»

En la sociedad occidental, a pesar del grado de riqueza y cultura alcanzados, hay en realidad un número preocupante de niños y adolescentes que viven en la pobreza y la marginalidad.

Estas pobreza y marginalidad conducen, casi siempre, a la desesperanza. En lo tocante a niños y adolescentes es doblemente preocupante pues implica consecuencias tanto para la persona concreta que la padece como para la sociedad en que vive. Las consecuiencias para las generaciones futuras son irreversibles: pérdida del ejercicio del razonamiento, de la capacidad de aprendizaje, de compresión, de atención-concentración, incapacidad de aceptar patrones sociales, desorganización orgánica y funcional… Un círculo vicioso, el de la marginalidad, del que es difícil salir.

Nos ha llamado la atención el proyecto de una ONG argentina, CILSA (Centro de Integración Libre y Solidario de Argentina), que persigue ayudar a niños y adolescentes a salir de esta situación de marginalidad. A través de su página web ponen a disposición de sus conciudadanos el programa «Un niño, un abuelo«.

Está especialmente dirigido a las familias con pocos recursos. Y proporcina un «espacio de contención» para los hijos, que les asegura derechos como educación, recreación, alimentación y salud. Así esperan lograr cambiar la historia de los niños, equiparando oportunidades en su desarrollo social y cultural.

Lo curioso de esta iniciativa es que incluye la implicación ciudadana. En este caso «el abuelo» no tiene que ser necesariamente una persona mayor, aunque en la mayoría de los casos sí lo es… «El abuelo» representa todo el afecto, amor, prevención, dedicación y paciencia que se suele encotrar en las personas mayores. «Los abuelos» brindan su experiencia a través de la implicación con estos niños, propiciando espacios de aprendizaje que facilitan el objetivo de igualdad de oportunidades.

¿No os parece interesante? Al mismo tiempo que ayudas a los niños a salir de la marginalidad, aprovechas la tremenda experiencia vital de los más mayores, que en muchas ocasiones se sienten sólos y desaprovechados.