14 colegios en Dinamarca han iniciado un proyecto piloto destinado a fomentar las nuevas tecnologías. En concreto la medida más llamativa de todo este proyecto es que se permitirá a los alumnos tener acceso completo a Internet durante los exámenes finales.
Las primeras pruebas ya se han realizado en estos 14 colegios, en los que a la hora de comenzar el examen el aula se llena de cables y las preguntas son entregadas a los alumnos en CD.
Dinamarca es uno de los países más avanzados en la implantación de tecnología, especialmente en las administraciones públicas. Según una de las responsables del proyecto, Shane Yde, para llegar a ser una escuela moderna y enseñar los aspectos relevantes de la vida moderna es necesario enseñar a usar Internet. Al fin y al cabo, si Internet es parte de las vidas de los ciudadanos, no se pueden ni deben dejar fuera de las clases ni de los exámenes. El propio ministro de Educación danés, Bertel Haarder, explica: «Nuestros exámenes tienen que reflejar la vida diaria en el colegio y la vida en el colegio tiene que reflejarse en la sociedad. Internet es indispensable, incluso en los exámenes. Estoy seguro de que en pocos años la mayoría de los países europeos nos imitarán».
A la tradicional regla de no hablar, se añade una nueva: No enviar correos electrónicos a otras personas de fuera o dentro del colegio, ni chatear. El resto de Internet está permitido, incluídas redes sociales como Facebook. De manera que el proyecto parte de la base de la confianza en los alumnos, y en caso de que esta confianza sea traicionada, se recurre a la amenaza de expulsión. Es posible engañar, pero se sobreentienden el respeto y disciplina de los alumnos. Por no hablar de que si dejan usar Internet en el examen, las preguntas tienen que ser de espanto… con la limitación de tiempo y la presión, puede que sea más difícil hacer trampas.
Para el 2011 Dinamarca pretende que todas las escuelas del país tengan implantado este sistema. Teniendo en cuenta que en este país los alumnos llevan realizando los exámenes en sus ordenadores personales desde hace diez años, la posibilidad de incorporar visitas a Internet era cuestión de tiempo.
Se trata de un sistema innovador del que habrá que esperar a tener reportes de datos para comprobar hasta qué punto funciona.