Se necesitan 733 millones para no perder una generación en Siria

Niño sirio junto a un tanque
Foto: Unicef

Imagina cómo sería perder una generación entera de líderes, de maestros, de ingenieros, de médicos o de constructores de paz. Pues es lo que puede pasar en Siria si no colaboramos todos para poner en marcha programas de educación y protección que alejen a los niños sirios del sufrimiento, el aislamiento y el trauma que supone una guerra que dura ya tres años.

Así lo advierten Unicef, Acnur, Save the Children, World Vision y otras organizaciones, que han pedido a los gobiernos, organismos humanitarios y público en general que se conviertan en ‘champions’ de los niños de Siria y apoyen la estrategia ‘No Lost Generation’ (que no se pierda una generación).

Construir oportunidades de un futuro más estable y seguro para los afectados por el conflicto es el objetivo último de esta campaña que requiere de una inversión cifrada en 733 millones de euros y que puedes seguir o ayudar a difundir en redes sociales con el hashtag #childrenofsyria o #niñosdeSiria.

A medida que el conflicto se acerca a otro doloroso aniversario, no podemos quedarnos sentados y ver cómo desaparece toda una generación delante de nosotros… Ha llegado la hora de los campeones de los niños de Siria, la hora de que el mundo dé un paso al frente y proporcione a los niños nuevas esperanzas y confianza en su futuro

Así lo expresa el director de Unicef, Anthony Lake, quien recuerda que durante casi tres años los niños de Siria han sido las víctimas más vulnerables del conflicto. Han tenido que ver cómo morían sus familias, cómo se destruían sus escuelas y se minaban sus esperanzas.

Muchos de ellos tienen lesiones físicas y casi todos psicológicas. Además, son protagonistas de historias de explotación, de reclutamiento por parte de grupos armados o sufren otros tipos de violencia. Tampoco podemos olvidar que más de un millón de todos los refugiados sirios son menores y que 425.000 no han cumplido aún los cinco años. Además, 5.000 niños han sido separados de sus familias y dentro de Siria hay tres millones de menores desplazados.

La educación, la mejor inversión

Pensando en todos ellos, Unicef, Acnur, Save the Children, World Vision y otros aliados en la región invertirán estos 733 millones de euros en programas que ofrezcan educación sin riesgos, protección contra la explotación, el abuso y la violencia, y también apoyo psicológico.

La iniciativa también ampliará el acceso a una educación de calidad, incorporando planes de estudio acelerado para los niños que no han podido ir a la escuela, formación profesional, capacitación de maestros y programas incentivadores, estableciendo entornos seguros que reduzcan la exposición de los niños a nuevos riesgos.

Si te interesa el tema, visita este sitio web, creado para contar las historias de los niños afectados por el conflicto y mostrar cómo esta inversión en la infancia puede suponer importantes resultados no sólo para las víctimas actuales de la guerra, sino para el futuro de Siria a largo plazo.