La Federación Española de Bancos de Alimentos galardonada con el Principe de Asturias a la Concordia 2012

Ya es oficial. El pasado 12 de septiembre se hizo público el fallo que asignaba a la Federación Española de Bancos de Alimentos el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia 2012.

Ya hablamos hace unos meses en Innovación Social de la inmensa e importante labor que desempeñan los Bancos de Alimentos en nuestra sociedad y en nuestro tiempo. Tal y como señalan en su web, hoy cerca de 30.000 familias con niños pasan hambre en España, la mitad de los pobres ya no pueden comprar medicamentos, ni seguir ningún tratamiento médico. Cuatro de cada diez personas viven por debajo de los 8.000 euros al año, y 60.000 menores de edad han pasado o pasan hambre con frecuencia, lo que significa que no comen casi nada durante el día y no cenan nunca por la noche.

Para completar esta panorámica, ya conocemos a través del Comité Técnico de la Fundación FOESSA, que la tasa de pobreza en España se sitúa en un 21,8%, una de las más elevadas de la Unión Europea, según su informe Exclusión y Desarrollo Social en España.

Leídas e interiorizadas estas cifras, ahora sólo falta actuar. Una de las múltiples maneras es a través de los Bancos de Alimentos. Cualquier organización o persona puede participar como colaborador o voluntario incorporándose como otro actor de cambio en estos tiempos de crisis.

¿Conoces cómo funcionan estos Bancos? Te presentamos algunas pistas sobre su labor y experiencia.

  1. Se buscan empresas que estén dispuestas a dar, de modo gratuito, los excedentes que, de otro modo, se destruirían. Toda empresa, por definición, lanza al mercado más productos que los que espera vender, asimismo, los hay que no pasan el control de calidad, por motivos ajenos a la calidad del producto, como desperfectos en los envases, etiquetado, etc. Y, sin embargo, todos ellos son perfectamente consumibles. (Además, algunas de estas empresas desean cooperar con productos según su generosidad, aunque no sean excedentes).
  2. Se aceptan las distribuciones gratuitas de excedentes alimentarios del Fondo Social de la Comunidad Europea.
  3. Se aceptan donativos de particulares, se hacen colectas de muchos tipos y se arbitran sistemas que permitan recoger lícita y gratuitamente alimentos.
  4. Se admiten subvenciones y ayudas de dinero, con las que se mantiene la estructura mínima del Banco de Alimentos: nave de almacenamiento, cámaras frigoríficas, pesas, carretillas, transportes, teléfono, etc. si bien el transporte, de ordinario, corre a cargo de la empresa que dona los productos.
  5. Se almacenan, en general por breve tiempo, los alimentos, de forma que estos puedan, ser distribuidos y consumidos dentro de plazos de consumo preferente.
  6. Se distribuyen gratuitamente a los centros de acogida necesitados, comprometiéndose los receptores a cumplir las condiciones que se les exige.
  7. Todo ello se hace con personas que prestan su capacidad profesional y su tiempo de manera absolutamente voluntaria. No se cobra bajo ningún concepto.
  8. Jamás se da comida a particulares, sólo a los centros asistenciales que estén adheridos a los Bancos de Alimentos.

¡Enhorabuena por este merecido galardón!