Los animales no son juguetes, ¡claro está!, pero, con las vacaciones de Navidad a la vuelta de la esquina, regresan los primeros puestos del ranking de regalos más solicitados por los niños junto con las bicis, las muñecas y los juegos de la Playstation. Muchos padres con tal de no oír a su hijo reclamando su capricho, ceden en lugar de hacerles comprender que no pueden tener un animal de compañía.
Hay cosas obvias que deben recordarse o tener claras antes de dar un paso en falso. Una mascota es un ser vivo que necesita atención y cuidados durante como mínimo 10 años. No es un objeto con pilas y un botón de off para encender y apagar cuando te has cansado. Por su parte, la ley obliga a los dueños a mantenerlos en buenas condiciones sanitarias, no maltratarlos ni abandonarlos.
La realidad demuestra que tras el capricho inicial, en muchas ocasiones, el receptor del regalo se cansa y ve al animal como una carga de la que no sabe como deshacerse, hecho que denuncian muchas ONG como Adda.
En España hay más de cuatro millones de animales de compañía, de los cuales, medio millón es abandonado por sus dueños cada año. Sin contar los sacrificados en clínicas o perreras y los que mueren atropellados.
Por todos estos motivos, se debe estar seguro al querer ampliar la familia con un animal. En cuanto se ha meditado la opción, no esta de más considerar la adopción, en lugar de comprar, un animal. Un hecho de lo más solidario teniendo en cuenta que las perreras y centros de acogida de animales, como la Asociación para la Liberación y el Bienestar Animal, están llenos de mascotas que esperan un nuevo dueño.