Como cada año, la Unión Militar de Emergencias (UME) activa dispositivos especiales para los incendios forestales que cada verano arrasan cientos de hectáreas de bosques de todo el país. Al parecer, las previsiones apuntaban a éste como especialmente complicado, ya que el pasado invierno se registraron el doble de precipitaciones que la media de las tres últimas décadas, lo que ha favorecido que haya mayor vegetación. A esto se le suma el intenso calor de esta época del año. Esto anima a que tanto la UME como el Gobierno diseñaran medidas preventivas contra incendios.
Se ha programado el despliegue de un total de efectivos de 3.000 militares, 12 hidroaviones CL-415 y tres helicópteros, además de 170 camiones autobomba y otros 40 nodrizas, entre los más de 1.000 vehículos de que dispone.
Estas medidas contribuirán a frenar el riesgo de incendios, que a pesar de haber experimentado su reducción en 2010, ya se han propagado muchos a lo largo de la geografía española en lo que llevamos de año.
Por ello, es importante incidir en la conciencia de la población, con medidas preventivas para evitar desastres forestales como los que desgraciadamente se producen por estas fechas.
Entre dichas medidas hay que destacar la prohibición absoluta de hacer cualquier tipo de fuegos en terrenos forestales durante la época estival, arrojar cualquier tipo de botella o cristal en bosques y zonas fácilmente inflamables, ya que este tipo de materiales pueden hacer efecto de lupa, así como transitar por caminos forestales con medios de transporte, ya que las chispas que desprenden pueden provocar siniestros.