Demuestran que una proteína humana desencadena la enfermedad de Parkinson

Un proyecto europeo liderado por el Vall D’Hebron Institut de Recerca (VHIR) y en el que también han participado el Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciberned) e investigadores de la Universidad de Burdeos ha demostrado que una proteína presente en el cuerpo humano desencadena el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.

En este caso, se trata de las formas patológicas de la proteína alfa sinucleína presentes en cerebros de pacientes fallecidos han sido capaces de iniciar y extender en animales –tanto ratones como primates- el proceso neurodegenerativo propio y típico del Parkinson.

Cuando esta proteína alfa sinucleína se expresa de forma excesiva y atípica se produce un plegamiento erróneo de la misma, lo que lleva a desarrollar todos los síntomas de la enfermedad de Parkinson entre los que destacan el temblor o la dificultad y lentitud de movimientos.

Investigaciones recientes ya habían demostrado que la forma sintética de la proteína alfa sinucleína es tóxica para las neuronas tanto en su modelo in vitro (en cultivos celulares) como in vivo (en ratones) y que puede propagarse de una célula a otra.

Sin embargo, hasta la publicación de este trabajo se desconocía si esta misma proteína en su forma patológica, es decir, en aquella que se produce en el cuerpo humano, tenía también la capacidad de producir y propagar la enfermedad por las neuronas del cerebro humano.

Para el análisis de esta investigación se extrajeron agregados de proteína alfa sinucleína de cerebros de pacientes que habían fallecido tras desarrollar la enfermedad de Parkinson y se inyectaron tanto en roedores como en primates.

Estos animales empezaron a presentar degeneración de las neuronas dopaminérgicas y acumulación de proteína alfa sinucleína, síntomas propios del Parkinson. Asimismo, pocos meses más tarde, los animales también comenzaron a acumular esta proteína en otras áreas cerebrales a distancia, un patrón de extensión similar al que se observa en el cerebro de los pacientes al cabo de varios años de evolución de la enfermedad.

El estudio se ha publicado en la revista Annals of Neurology y según los investigadores que lo han llevado a cabo afirman que el hallazgo abre la puerta a nuevas y más eficaces pautas de tratamiento basadas en el bloqueo de la proteína alfa sinucleína humana que permitan, si no erradicar, sí frenar el proceso neurodegenerativo en el cerebro de los pacientes con Parkinson.