
El paciente no es el único que sufre la enfermedad del Alzheimer. Los familiares que conviven con él cada día también son víctimas de este mal. Pensando en ellos, la Fundación Alzheimur se añade al voluntariado para ofrecer un respiro familiar.
Se trata de una iniciativa para formar voluntarios que quieran ayudar a las familias que tengan algún enfermo de Alzheimer. Con sólo unas horas al día, a la semana o al mes el voluntario se ocupará del paciente dando un respiro al familiar que estaría en su lugar.
Para ser voluntario sólo hay que tener ganas y algo de tiempo libre, no importa la profesión, si eres joven o mayor. Sólo hay que realizar un curso básico de formación sobre la atención y el cuidado a este tipo de pacientes y, una vez concluido, se empezará con el la labor. Para más información pincha aquí.