Si vamos a hablar de Glide, lo primero es reconocer que, a pesar del título de este post, esta aplicación no fue creada como un WhatsApp para sordos. No era esa la idea que pasaba por las tres cabezas que gestarían el proyecto, las de Adam Korbl, Ari Roisman y Jonathan Caras. Estos tres jóvenes israelíes quisieron crear una app que facilitase el envío de mensajes cortos de vídeo. Pero eso sí, en cuanto detectaron quiénes estaban utilizándola, se pusieron manos a la obra para dar a sus clientes justo lo que querían, para solventar con garantías la necesidad que Glide había empezado a resolver casi por casualidad.
Glide nos permite ver y escuchar a las personas con las que nos comunicamos, pero no es Skype ni Google Hangouts. Es un servicio de mensajería, pero no es WhatsApp ni Telegram. Lo que buscaban sus creadores era una forma sencilla de comunicarse con sus amigos y seres queridos residentes en lugares lejanos, una manera de enviarles un mensaje de forma más personal que escribiendo unas letras y más dinámica que usando una foto. Fue Sarah, la chica que puedes ver en la imagen sobre estas líneas, la que detectó que Glide estaba experimentando una enorme aceptación entre la comunidad sorda. Ella es la community manager de la empresa, la que lee, analiza y responde a los comentarios de los usuarios de la app a través de las redes sociales.
Sarah hizo ver a todo el equipo la oportunidad que se les presentaba. Juntos decidieron modificar el rumbo inicialmente previsto para cuidar de sus seguidores más leales. Además de introducir cambios en la aplicación, adaptaron su estrategia de comunicación, no sólo añadiendo subtítulos a sus vídeos promocionales de YouTube sino también fomentando su uso entre otros youtubers. E incluso más: Sarah aprendió lengua de signos para poder comunicarse todavía mejor con los incondicionales de Glide.
Pero, ¿por qué la comunidad sorda adora esta app? A fin de cuentas, enviar mensajes (de texto o de vídeo) es una posibilidad que ya ofrecían otros servicios. En el plano estrictamente técnico, Glide está preparada para consumir menos datos que sus téoricas competidoras. Y en opinión de los usuarios, esta comunicación basada en el vídeo es más directa y próxima a su realidad que los mensajes de texto. Los creadores de Glide creen que no pasará mucho tiempo hasta que también los usuarios no sordos piensen del mismo modo y quieren estar preparados para ser la mejor opción llegado ese momento.
Glide está disponible para Android e iOS; y ya ha sido desarrollada una versión para Apple Watch. Y si quieres conocerla un poco mejor antes de probarla, echa un vistazo a este vídeo, en que la propia Sarah explica las características de la aplicación. Por supuesto, en lengua de signos y con subtítulos: