La crisis económica despierta la solidaridad y fomenta el voluntariado en España

Imagen del acto de presentación del libro
Foto: Servimedia

El número de voluntarios en España es actualmente de unos 4,3 millones, una cifra que se ha incrementado en torno al 20% en el último año. ¿Y a qué se debe este aumento? Pues parece ser que la crisis económica en la se encuentra el país despierta y refuerza la solidaridad entre los ciudadanos.

Es lo que explicó Luciano Poyato, presidente de la Plataforma del Voluntariado de España, durante la presentación de un libro que reflexiona sobre los retos del voluntariado en el país, elaborado por más de 70 personas relacionadas con el sector.

El presidente de la Plataforma explica que:

El dato más interesante yo creo que lo tendremos el año que viene, cuando hagamos un cómputo global de todo este ejercicio, porque, evidentemente, la crisis económica no está teniendo el mismo impacto este año que el pasado

Actualmente en España los voluntarios que ayudan a las personas más necesitadas (entre las que se encuentran niños, ciudadanos mayores, personas con discapacidad y víctimas de tragedia) son en su mayoría mujeres menores de 35 años y mayores de 65.

Más de la tercera parte de los que regalan tiempo lo hacen en el ámbito de la acción social. El 42% son voluntarios en entidades que trabajan por el medio ambiente y en la protección de los animales; 33,9% dedican su tiempo libre a la educación y cultura; y, por último, el 31,5% se dedica a ayudar en el ámbito de la salud.

Además, el 66,5% de los voluntarios españoles lo son en ONG o fundaciones, aunque otro 17% colabora con administraciones de distinto nivel, el 14,4% ayuda a los demás por su cuenta y el 14,4% a través de la Iglesia.

Sin embargo, el presidente de la Plataforma ha indicado que España, en cuanto a la ‘solidaridad’, está todavía “un poco por detrás” de países “con tradición más democrática”, como Reino Unido, Austria, Holanda o Francia, donde hay una trayectoria de participación “mucho más arraigada”.

Para Luciano Poyato, otro de los desafíos del voluntariado es saberse hacer un hueco en las agendas políticas para que las administraciones colaboren en su fomento y mantenimiento, e incorporarse en “todas las etapas del ciclo educativo”.