La Cruz Roja siempre está

Pocos saben que la Cruz Roja nació hace 140 años, cuando un hombre, Henry Dunant, decidió formar un grupo de voluntarios en la guerra franco-prusiana para ayudar a los heridos que quedaban abandonados a su suerte en el campo de batalla.

Este grupo creó además un protocolo de actuación en las guerras, por el que se respetarían los derechos humanos de los heridos. Más tarde comenzó también la ayuda a civiles perjudicados por estos conflictos y poco a poco fueron incluyendo en sus objetivos a los colectivos vulnerables de la sociedad. Entre sus tareas, la inserción social de todos ellos.

Y tras mucho trabajo y esfuerzos, llegados a estos días, esta organización cuenta ya con más de 100 millones de voluntarios a lo largo de más de 180 países, donde trabajan para mantener los principios más valiosos de la institución, que son la humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad. Una de sus labores más reconocidas tiene lugar en las emergencias ante catástofres naturales, por ejemplo, o en las tareas de cooperación y desarrollo a lo largo del mundo.

Cuentan con un respaldo financiero importante, tanto con lo que recaudan sus voluntarios en campañas como el día de la banderita, como de lo que reciben de numerosos gobiernos, instituciones, empresas y otras iniciativas solidarias.

En España, Cruz Roja se extiende en todo el territorio nacional y cuenta con casi 150.000 voluntarios y unos 627.000 socios. Sus esfuerzos se centran en el trabajo con los colectivos más desfavorecidos bajo los principios fundamentales que constituyen el código de conducta e ideario del movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.