Psicología del Parkinson

Además de coraje y apoyo familiar, el enfermo de Parkinson necesita un respaldo psicológico fuerte, sobre todo durantes los primeros momentos de aceptación. Susana Donante lo sabe muy bien. Ella es psicóloga en la Asociación Parkinson Madrid y es coautora del libro ”Cuidarte para cuidar mejor en la enfermedad de Parkinson”.

“Los primeros síntomas del enfermo son emocionales y físicos. Suelen centrarse en ansiedad, tristeza, irritabilidad, cambios de humor, pérdida de motivación… En cuanto a los síntomas físicos, puede aparecer cansancio, dolores articulares, trastornos del sueño, etc”

Tanto el enfermo como la familia tiene que mentalizarse de que van a vivir una enfermedad larga y degenerativa, con manifestaciones muy diversas, desde las más conocidas como los motores, a las más anónimas pero igualmente importantes: los síntomas emocionales, cognitivos. A medida que la enfermedad va progresando los síntomas se acentúan y el cuidador debe “cuidar” más.

Lo primero es:

“realizar las adaptaciones funcionales necesarias en casa para que el afectado esté lo más cómodo y seguro posible”

explica Susana, a la vez que da pistas sobre cómo se cuida a un cuidador:

“ha de tener presente que hay que afrontar la enfermedad aceptando apoyos y ayudas, sabiendo que no es imprescindible, que es tan importante como el afectado y, por lo tanto, tiene que cuidar de su salud, mantener su tiempo de ocio, seguir relacionándose y reír y disfrutar todo lo que pueda”.

Eso sí, por lo general, el que cuida es el cónyuge y, de no haberlo, la hija o los hijos.