Hace unos días, tuvo lugar en La Casa Encendida la presentación de la campaña ‘End Malnutrition’, de la ONG ‘Acción contra el hambre’.
El director general de esta organización, Olivier Longué, afirmó que la entidad presionará a la comunidad internacional para el cumplimiento de los compromisos destinados a reducir el hambre en el mundo. En su intervención dijo que:
“Invertir en la lucha contra el hambre es hoy en día la apuesta más segura y rentable, porque, al contrario de lo que ocurre con la crisis financiera, la alimentaria tiene una solución eficaz y conocida».
«Lo sabemos -añadió-con certeza porque la eficacia del tratamiento para acabar con la cara más severa de la desnutrición está ya demostrada. Lo sabemos también porque las zonas donde este hambre cíclica ocurre cada año están identificadas desde hace décadas”.
Por lo visto, tan sólo tres mil millones de euros bastarían para frenar esta pandemia, es decir, para tratar a los 19 millones de niños que padecen desnutrición aguda severa en el mundo. Es la primera de las propuestas del informe ‘Hunger Watch’, ‘El Hambre Estacional’, que se presentó también en La Casa Encendida de la Obra Social de Caja Madrid. La segunda de las soluciones se centra en una apuesta firme por la innovación agrícola.
Respecto a la crisis alimentaria global, Longué declaró que:
“Al contrario de lo que se ha creído, los pequeños agricultores no se han beneficiado de la subida de los precios sino que han sido víctimas directas de la especulación del mercado. Por lo tanto, aunque ambas crisis están totalmente conectadas, las medidas para paliar una y otra son radicalmente distintas”.