Dolor, insomnio, enfermedad y una novela

Hace ya casi trece años, el 14 de febrero de 1996, un terrorista de ETA irrumpió en el despacho del profesor Francisco Tomás y Valiente en la Universidad Autónoma de Madrid y asesinó a sangre fría a quien había sido presidente del Tribunal Constitucional. Aquel suceso conmovió a toda la sociedad española, pero dejó un efecto más trágico, tangible y duradero sobre su hijo Miguel.

El asesinato de su padre provocó a Miguel Tomás-Valiente un shock que derivó en Parkinson degenerativo, que padece desde entonces. Una de las ramificaciones de la enfermedad es un insomnio que todavía le acompaña y que, trece años después de los hechos, se siente en condiciones de convertir en literatura.

En efecto es de las horas nocturnas en silencio, de conversación pertinaz consigo mismo, de donde el propio Miguel asegura que nació la novela que ahora ha publicado en la Editorial 451. “El hijo ausente” consiste en una carta que un juez le escribe a su hijo para explicarle por qué abandonó la carrera y también a él tras perder a su mujer en un atentado terrorista. El libro relatará las peripecias de este hombre que ha perdido la fe en la justicia humana hasta que logra volver a su profesión.

Pero las noches de insomnio que le ha deparado su parkinson degenerativo han dado para más de una novela. Tomás-Valiente, que presentará “El hijo ausente” el próximo día 18 de noviembre, ya está preparando su segunda obra, de temática completamente distinta. Un ejemplo de cómo la enfermedad puede llegar a sublimarse sobre el papel.