Todos sabemos que muchos de los fármacos y productos dermatológicos que utilizamos han requerido de tests y ensayos en animales, casi siempre cobayas.
Hasta ahora, este método ha funcionado bastante bien, pero tiene sus limitaciones y alguna que otra controversia, sobretodo desde el punto de vista de los animales utilizados.
Pero estamos ante una nueva era en la que los ensayos se pueden multiplicar hasta el infinito y con parámetros más fieles a la fisiología humana de manera que aumente su eficacia. Y es que el CRG (Centro de Regulación Genómica) ha anunciado el pasado día 27 de julio que está empezando a obtener muy buenos resultados a partir de ensayos simulados gracias a la bioinformática, que permite almacenar los datos obtenidos de forma significativa o el modelado por ordenador que ofrece la posibilidad de simular sistemas biológicos complejos.
El trabajo publicado en la revista Science Signaling muestra un interesante ejemplo de la combinación de trabajo experimental y modelado por ordenador. Los investigadores del CRG estudiaron una vía de transducción de señales que está implicada en muchas enfermedades humanas, la vía del factor de crecimiento epidérmico (EGF). Una desregulación de las proteínas involucradas en esta vía podría dar lugar a enfermedades como el Cáncer, el Síndrome de Noonan o el Síndrome de Costello entre otras.
Las simulaciones por ordenador permiten hacer millones de experimentos a la vez e identificar las proteínas que podrían ser las dianas más interesantes para fármacos. Al mismo tiempo, genera información a los investigadores que les podría servir para el diseño de nuevos experimentos.