Una exposición diferente sobre la discapacidad

Foto: David de la Fuente
Foto: David de la Fuente

Dícese del elemento secundario subyugado a otro principal. Eso es un epifenómeno, concepto que da título a la exposición fotográfica que David de la Fuente Coello ha presentado en la sala cultural ‘Cambio de sentido’,  organizada por el Cermi.

Catorce instantáneas que acercan, insinuantes y alegóricas, al elemento protagonista: la discapacidad. Él mismo nos explica la intención y el alcance de esta muestra. 

¿Contento por cómo está funcionando la exposición?

Mucho, la verdad.

¿Por qué estas catorce fotografías y no otras?

Por fortuna no las seleccioné yo, de haber sido así me hubiera costado muchísimo decantarme por catorce. Son fotografías que han ilustrado distintas colecciones del Cermi, en las que la discapacidad no está reflejada de forma explícita, precisamente para normalizarla, pero que sí remiten a ella.

¿Es complicado que una fotografía remita a un concepto concreto, en el caso que nos ocupa la discapacidad, sin reflejarla directamente?

Fácil no es; en ocasiones, pocas, sí aparecía de una manera más patente la discapacidad, pero nunca fue algo premeditado. El Cermi valoró precisamente  eso como factor interesante, el que la discapacidad no apareciera explícita, lo que le confiere más normalidad; además, hacerlo más explícito excluiría a unas discapacidades más ‘invisibles’.

¿Qué importancia juega la estética en su trabajo?

Es algo fundamental. Para mí una fotografía ha de ser bella, eso es lo que me fascina.

Denominar ‘Epifenómenos’ a una muestra fotográfica ¿no es demasiado arriesgado?

A todo el mundo le surge la duda; la idea era destacar la labor del Cermi y el protagonismo de la discapacidad por encima de todo, incluso por encima de las propias fotografías. Las fotografías son los epifenómenos. Sí, no es fácil, pero sí acertado.

¿Cuánto de azar tiene la fotografía?

Mucho, más cuando te dedicas, como en mi caso, a la fotografía de la naturaleza, en la que prácticamente todo es azar, no vale con estar frente a un animal o un paisaje porque la fotografía que tú quieres es un instante de una sucesión de instantes.

¿Cómo se sabe que una fotografía es la fotografía?

En mi caso, quizás por inconformismo, nunca tengo la sensación de haber hecho ‘la foto’, siempre se me queda corta, pienso que podría haber expresado más, que podría haber captado algo que no está…

De las 14 fotos, ¿con cuál nos quedamos?

Foto: David de la Fuente
Foto: David de la Fuente

Al no haberlas elegido yo, me resulta más fácil. Quizás me quedo con ‘La quietud del crisantemo’, en la que aparece una puerta a través de la que se ve media bicicleta. Es una de las fotografías que más me gustan de todas cuanto he hecho. Está tomada en el barrio musulmán de Xián, en China, en un ambiente de gritos, jaleo, movimiento, combinación de colores, etc. Y, de pronto, encontré este rincón, que refleja todo lo contario.

¿Qué le reporta la fotografía?

Pues llegué tarde a ella, comenzada la universidad; me fascinaba la montaña, la naturaleza, los animales y fue surgiendo la necesidad de captar esos momentos de los que tanto disfrutaba. La fotografía me reporta belleza y un enorme disfrute. Se ha convertido en una necesidad para mí y ya soy incapaz de mirar con ojos inocentes, todo lo que miro lo hago pensando en qué puede transmitir, cómo lo podría fotografiar…

¿Qué resulta más importante para una buena foto, lo observado o la disposición de quien observa?

Hay una componente, la técnica, que es la que menos peso tiene, desde luego para mí. Después, está la mirada del fotógrafo y la situación que quiere captar. Creo que prima la intención del fotógrafo sobre lo contemplado; en función de eso, se ajusta la velocidad, la luz, el ángulo… Quizás por eso no aceptos trabajo de encargo. Fotografío sólo aquello que me emociona, que me transmite.

Como decía Bresson, fotografiar ¿es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje o el corazón ha de quedarse fuera?

Sí debería ser así; cuando fotografía aspectos de la naturaleza, tengo que llevar el corazón al objetivo, pero en otras circunstancias, por ejemplo cuando aparecen personas en la fotografía entra en conflicto el pudor de quien mira.

¿Es la fotografía un poema visual?

Para mí sin duda, lo que no sé es si soy buen poeta en ese sentido.

¿A qué fotógrafo admiras?

Me apasionan Frans Lanting y Peter Lik, me apasionan.

Soñemos. ¿Qué fotografía le hubiera gustado haber hecho?

Me gustaría hacer la que está por hacer.

Perdone el tópico pero, una imagen ¿vale por mil palabras?

Hay sentimientos, pasiones que no se pueden expresar con mil ni con cien mil palabras. Hay imágenes imposibles de trasladar a palabras, y palabras sin traducción a imágenes.