A estas alturas son pocos los que no han tenido cerca una videoconsola. Durante años se han considerado un juguete con que ocupar el tiempo libre de los chavales. En algunos casos, cuando falta el control y acompañamiento de los padres, se ha llegado a convertir en «el enemigo» de los estudiantes, o en el «arma» de los padres cuando se les acababan todos los argumentos y amenazas para conseguir que sus hijos les hicieran caso: «castigado sin consola».
Pues dentro de poco este tipo de amenaza o castigo va a ser algo contradictorio. La videoconsola se introducirá en el sistema educativo como elemento inseparable del alumno. Así como en la época romana lo era la tablilla de cera, o en tiempos más recientes el cuaderno y el lapicero, hay quien considera que la videoconsola será el acompañante indispensable del alumno 2.0.
En japón ya llevan algún tiempo ensayando con la Nintendo en la clase. Pero han sido las declaraciones de Shigeru Miyamoto, diseñador y productor de Nintendo, las que han removido el panorama. Al ir a recoger un premio BAFTA ha afirmado que «La educación es tal vez el campo al que más me dedico». Teniendo en cuenta su trayectoria, «donde pone el ojo, pone el videojuego».
La noticia la ha dado la CBS, asegurando que Nintendo tiene intención de entrar en los colegios. ¿Y por qué no? la cuestión está en aprovechar el soporte para sacarle el máximo partido desde el punto de vista académico. Las posibilidades son muchas… de hecho ya existen buena cantidad de programas y «juegos» que fomentan el aprendizaje.
Fuera del ámbito educativo reglamentario, también en Japón, se va a utilizar la Nintendo DS para formar a los trabajadores de McDonals. No cabe duda de que se trata de una herramienta con grandes posibilidades. Sólo ha hecho falta que toda la sociedad tenga una, y en Japón ya es así.