Tengo Síndrome de Down, tengo derechos

Imagen del Congreso Iberoamericano de Síndrome de DownAunque tiene Síndrome de Down, Tonet Ramírez terminó la escuela con éxito y actualmente trabaja como conserje de la Alcaldía en el Ayuntamiento de Lleida (Cataluña). Este joven de 24 años es uno de los numerosos españoles con discapacidad intelectual que, con valentía, contarán sus experiencias y exigirán el cumplimiento de sus derechos en el II Congreso Iberoamericano sobre el Síndrome de Down, que empieza hoy, viernes 30 de abril, y terminará el 2 de mayo en la ciudad de Granada. Hemos hablado con tres de ellos por adelantado, para conocer sus impresiones. Las siguientes líneas son el resultado de esa charla.

UN JOVEN VALIENTE
Aunque habla con una ligera dificultad, Tonet se desenvuelve con normalidad. En realidad, puede hacer todo lo que se propone. Sin embargo, algunos profesores del Instituto de Lleida donde estudiaba no entendían eso.

“Cuando yo iba a la escuela, unos profesores no creían que yo sería capaz de ir a Italia a un viaje de estudios y no me dejaron. Ellos vulneraron mis derechos”, dice Tonet con valentía, pero también con tristeza e indignación.

En efecto, Tonet tenía 13 años y el viaje de estudios lo disfrutaron todos sus compañeros, menos él.

“Me quedé mal. Casi me puse a llorar, pero no lo hice. Los profesores que tenía me hicieron sentir mal”, recuerda.

Aunque al concluir las clases fue de vacaciones con sus padres a Italia y ahora ese amargo recuerdo es sólo un episodio anecdótico, Tonet decidió compartirlo con los asistentes al congreso de Granada para que nunca más se repitan esas discriminaciones.

“Hace dos años y medio estoy trabajando de conserje en el Ayuntamiento de Lleida. Estoy contento, tengo compañeros, amigos y amigas. Ahora me siento más feliz que nunca. Me tratan muy bien, fenomenal”, resalta el joven, que demuestra que estas personas pueden realizarse como los demás si se les ayuda, comprende y, sobre todo, si se les deja.

SIGUE ADELANTE
Antonio Almagro tiene 31 años, estudia ofimática en Murcia y también participará en el Congreso granadino. Este joven también recuerda un episodio triste de cuando estudiaba en el colegio. Según nos contó, sus compañeros de clase no lo aceptaban y incluso algunos se burlaban de su discapacidad.

“No me gustó mucho el colegio”, reconoce.

Ahora, recuperado de aquel mal episodio, dice sentirse a gusto y con ganas de seguir adelante. Asegura que la psicología de apoyo le sirvió de mucho y que sus compañeros de estudio lo tratan muy bien.

“Ahora estoy recuperado, estoy a gusto”, insiste.

Antonio cree que el trabajo que desempeñan las fundaciones y asociaciones españolas dedicadas al Síndrome de Down ayudan mucho a las personas con esta discapacidad:

“Recomiendo a las personas menores que yo que asistan a estas asociaciones porque te ayudan mucho a salir adelante”.

MUY INDEPENDIENTE
Manuel Romero tiene Síndrome de Down y a sus 26 años es uno de los trabajadores más queridos en el Carrefour de la ciudad de Córdoba. Además, asiste a un curso de formación laboral, en el que se está preparando para vivir de forma independiente y buscar nuevos trabajos.

“Yo estuve en un colegio de Córdoba y también tuve problemas. El director trataba a mis compañeros mejor que a mí y me castigaba. Me hizo escribir muchas veces la misma frase y llegó a humillarme”, narró.

Manuel estaba muy aburrido en el colegio por el tratamiento que allí recibía, pero aun así decidió continuar asistiendo a las clases y logró terminar.

“El director estaba vulnerando mis derechos como estudiante de ese colegio. Yo cuento esto para que nunca más se vuelva a repetir esta historia”, denunció.

Manuel aspira a vivir solo en un piso pero, para ello, debe seguir trabajando para alcanzar el mayor grado de independencia posible.

Y si quiere vivir en un piso, también puede hacerlo ya que las asociaciones les dan la oportunidad y los ayudan para alcanzar la plena normalización. Así nos lo cuenta Elisa Surmani, una joven que trabaja como mediadora de la Fundación Síndrome de Down de Murcia en una casa compartida con personas con discapacidad intelectual. Allí, ella ayuda a sus compañeros a desarrollar temas como la autonomía, la independencia y la escuela de la vida.

“Lo que hacemos es aprender a solucionar los problemas, a encontrar las herramientas y los instrumentos para solucionar los problemas. Es un programa que sube su autoestima y sus capacidades. Como veo que se desenvuelven muy bien, yo me siento feliz. Es una experiencia enriquecedora”, confiesa.

UN CONGRESO HISTÓRICO
En España viven unas 35.000 personas con Síndrome de Down, casi nueve personas de cada 10.000 nacidos. Es por ello que el II Congreso Iberoamericano sobre el Síndrome de Down, organizado en Granada por la Federación Española de Síndrome de Down ‘Down España’, es una experiencia muy importante para lograr el respeto a los derechos de estas personas.

El encuentro, que se desarrolla en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada, pretende ir más allá de la suma de discursos y generar un plan de vida y actuación para las personas con esta discapacidad, sus familias y el movimiento asociativo. Así, aborda, como tema principal, la autonomía personal de las personas con la discapacidad.

El Congreso cuenta con la participación de más de 100 voluntarios, más de 400 jóvenes con discapacidad intelectual, casi 300 profesionales, con una representación de más de 17 países iberomericanos: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay, Venezuela; además de Portugal y España.

También habrá una actuación del guitarrista Paco Cepero, ganador del Premio Nacional de Guitarra Flamenca de la Cátedra de Flamencología de Jerez, a quien acompañarán en el escenario 22 jóvenes con y sin discapacidad, en representación de los países iberoamericanos.

El presidente del Comité Organizador del Congreso, Carlos Marín, declaró en Madrid durante la presentación del Congreso que:

“Se trata de un congreso que, aunque no deja de lado el marco científico, está orientado a las familias, no sólo a los padres de estas personas, sino también a los hermanos, los amigos y a la actividad de las propias personas con esta discapacidad”.

Por su parte, el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luis Cayo Pérez Bueno, ha calificado los contenidos del Congreso como:

“sugestivos y novedosos, ya que abren nuevos espacios de visión y reflexión que están dentro de los buenos tópicos de la discapacidad de los últimos años”.