Sumándonos a la iniciativa del Blog Action Day, hoy dedicamos nuestro post al la problemática del Agua.
Ya en 2009 tras promoverlo en el día mundial del agua (22 de Marzo de 2009) la ONU terminó reconociendo el agua como un derecho humano.
Ministros y representantes de 190 países suscribieron unos meses antes la «Declaración de Estambul«, en la que se considera vital incrementar la adaptación de la gestión a los cambios globales, considerados como sin precedentes y rápidos: crecimiento de la población, migraciones, urbanizaciones, cambio climático, desertificación, sequías y degradación.
Desde Innovación Social nos hemos detenido estos últimos años en algunos proyectos centrados en mejorar el uso y acceso al agua en todas partes del mundo.
El caso de Ryan Hreljac, que en 1999, con 6 años de edad, lanzó una pregunta simple y lógica : ¿Cuánto cuesta un grifo en África? y a partir de ahí se ha formado una de las más importantes ONG dedicadas a llevar agua potable y mejorar los servicios de saneamiento de medio mundo. La Fundación Ryan´s Well ha ayudado a construir 630 proyectos de agua en 16 países, llevando agua potable y saneamiento a 700.880 personas.
Otra iniciativa muy interesante de la que hemos hablado es AKVO (agua en esperanto). Sus impulsores han apostado por aplicar en la ONG el concepto crowdsourcing para sacar el máximo partido de todo el que quiera colaborar en proyectos relacionados con el agua y la salud. Y gracias a las nuevas tecnologías proponen un sistema de seguimiento de cada proceso por medio de su red social y herramientas similares a YouTube, Ebay y Wikipedia.
Desde Kopernik también es posible participar en cualquiera de sus múltiples soluciones innovadoras y prácticas para resolver necesidades de todo el mundo, muchos de ellos centrados en el problema del agua.
Entre las propuestas más tecnológicas que se han dado a conocer últimamente se encuentra el de Cyber-Rain: La tecnología al servicio del ahorro del agua. Sus dispositivos están preparados tanto para uso doméstico como para grandes cultivos o industrias. Gracias a su software conectado a una estación meteorológica puede ser programado para adaptar el consumo de agua según las necesidades climáticas.
En cuanto a la agricultura, sabemos que la posibilidad de que las plantas «hablen» al agricultor está cada vez más cerca. Más que el desarrollo de la tecnología, la clave para conseguir hacer un uso agrícola más racional, parece que pasa por la formación de los técnicos agrícolas y agricultores.
Para empresas y particulares, también hay soluciones como la de RiverSides, que vende depósitos acumuladores de agua de lluvia como una estrategia para proteger los ríos de la escorrentía, la contaminación y un abuso de uso del agua.
También te hemos hablado de un pez robótico que controla la contaminación de puertos y oleoductos. O de las soluciones que nos proponen para nuestro entorno más cercano los arquitectos de Redex, como por ejemplo un nuevo concepto de huerto urbano.
En fin… desde lo más lejano a lo más cercano, desde la mayor implicación personal y temporal a la pequeña aportación puntual… desde la solidaridad y la tecnología hay mil maneras de ayudar para que el agua sea de verdad un derecho humano al alcance de todos.