La disminución de la diversidad biológica no es sólo un problema medioambiental, ya que podría tener un impacto de hasta 50.000 millones de dólares anuales (unos 36.000 millones de euros) en las empresas de sectores relacionados directamente con los recursos naturales.
Es el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) el que advierte sobre estos ‘crecientes’ riesgos financieros que la pérdida de biodiversidad supone ya para los sectores dependientes de los recursos naturales y los que operan en zonas de gran riqueza ecológica.
El PNUMA aprovechó la Conferencia de la ONU sobre Diversidad Biológica, que ha tenido lugar del 18 al 29 de octubre en Nagoya (Japón), para dar esta información, e incluso el director ejecutivo del organismo, Achim Steiner, instaba a empresas e instituciones financieras a tener en cuenta estos riesgos en sus planes de futuro.
El problema que planteamos en este post no es nuevo, lo llevan contemplando bancos, compañías de seguros y algunas instituciones financieras clave, que están comenzando a reconocer los riesgos crecientes de la pérdida de biodiversidad y los ecosistemas para las inversiones.
Durante los últimosdoce meses, ha ascendido también considerablemente la probabilidad de que la disminución de la biodiversidad tenga un ‘severo’ impacto de 10.000 millones a 50.000 millones de dólares sobre las empresas (según la ONU). Para hacernos una idea, este riesgo es ahora mayor que el del terrorismo internacional y está casi a la par con los eventos climáticos extremos.