Adaptar la vivienda para los enfermos de Alzheimer

Salón con sofáSeguimos con más información sobre los cuidados para personas que padecen Alzheimer y continúo con un capítulo de los ‘Cuadernos prácticos sobre la enfermedad de Alzheimer y otras demencias‘, que publican AFAL y Obra Social Caja Madrid. En esta ocasión os hablo de las recomendaciones que puede aportar el voluntario a los familiares en cuanto al espacio físico en el que conviven con el enfermo. Ya os dimos consejos importantes sobre este tema la semana pasada. En todo caso, aquí van nuevos consejos:

– Si vemos en la casa alguna posible situación de riesgo para el enfermo o si tenemos alguna información referente a algo que pueda ser de ayuda para el familiar, se lo podemos decir, siempre de una manera muy sutil y cuando el familiar no esté agobiado.

Con respecto a las ayudas técnicas…

– Las ayudas técnicas tienen que ser las más adecuadas y adaptadas para quien las va a usar; esto es de acuerdo a las necesidades que demande el enfermo. Para ello es importante saber elegirlas y dónde conseguir lo que necesitamos. En estos casos, el familiar debe llamar a AFAL, y esto por dos motivos: porque en la asociación se le podría facilitar o también porque quiera pedir asesoramiento técnico.

Citaremos algunos objetos o elementos para los que es recomendable pedir asesoramiento:

– Camas adaptadas.
– Cinturones de sujeción.
– Colchones y cojines antiescaras.
– Andadores.
– Barras para la cama.
– Sillas de ruedas altas con ruedines pequeños, reposacabezas, reposapiés, sistema de frenado, reposabrazos y reposapiés que puedan quitarse o moverse para facilitar la movilidad, en casos avanzados de la enfermedad.

Con respecto a algunos muebles y otros objetos de la casa…

– Si vemos esquinas en algunos muebles que puedan constituir peligro para el enfermo, podemos sugerir al familiar, como forma preventiva, que los retire de la zona; y, si esto no es posible, se pueden cubrir esas esquinas, forrándolas. Haremos lo mismo si notamos algún mueble inseguro o inestable que pueda volcarse, especialmente si lleva algún cristal.

– En el caso de que existan alfombras en la casa, para mayor seguridad, conviene que tengan debajo una goma antideslizante, que puede comprarse en las ferreterías o tiendas donde venden alfombras y felpudos. Pero si vemos que el enfermo que cuidamos arrastra un poco los pies al caminar, sería mejor sugerir al familiar la posibilidad de retirarlas, para mayor seguridad.

El teléfono o la agenda telefónica que el familiar crea conveniente dejar, conviene que esté a mano, por si el enfermo o el propio voluntario lo necesitaran.

– Si vemos que el enfermo se desorienta dentro de su propia casa (por ejemplo, cuando quiere ir a la cocina o a cualquier otro lugar de la casa), se puede sugerir al familiar que ponga señales o etiquetas orientativas en las puertas de las distintas habitaciones, así como los nombres del contenido de algunos de los botes de comida, cajones, armarios, etc., que el enfermo suele utilizar. Nosotros le podemos ayudar a hacerlo.

– Si notamos que el familiar tiene poca información sobre algunos temas, como aspectos de comunicación con su enfermo, aspectos legales, nuevos medicamentos, etc., o que tiene dudas de cómo adaptar la casa, le animaremos a que se ponga en contacto con la asociación y pida información y consejo para poder ayudarle en los casos que sea necesario.