Ayer tuve la suerte de poder acudir a la convocatoria de prensa que realizaban la Asociación Lakoma Madrid y Obra Social Caja Madrid en La Casa Encendida. El ambiente que se vivía en el patio era increíblemente festivo, y la verdad es que disfruté un montón. Se trataba de un desfile de modelos protagonizado por más de una veintena de personas en riesgo de exclusión social que presentaban además sus propias creaciones.
El evento convirtió en protagonistas del día a personas sin hogar, drogodependientes en rehabilitación, mujeres que han sido víctimas de malos tratos, inmigrantes, reclusos en tercer grado y desempleados de larga duración.
Todos ellos habían confeccionado cada prenda y con música, cientos de aplausos y sobre alfombra roja como bien se merecen, desfilaban felices y orgullosos con sus creaciones. Me encantó que se les diera la oportunidad de tener su propio espacio y sobre todo que se les reconociera un impresionante trabajo. Además reconozco que me emocionó ver sus caras de felicidad al verse integrados, vitoreados y queridos por tanta gente que animábamos el desfile.
Blanca, una chica inmigrante y en paro desde hace tiempo me comentaba:
«Estoy emocionada. Esta oportunidad que se nos da es increíble. Hemos aprendido a coser muchísimas prendas y también el arte del patronaje. No tengo más que palabras de agradecimiento para la asociación, y quiero hacer especial mención a nuestra profesora, Petri, ingeniero textil. Es realmente fantástica».
La iniciativa que presenciamos forma parte del programa «Kósete un futuro» da formación gratuita en corte y confección a personas en riesgo de exclusión social desde principios de 2009 con el objetivo de ofertar a la población desempleada y que pertenece a colectivos en especial dificultad de acceso al mercado laboral una formación integral en arreglos, adaptaciones y confección de prendas textiles que facilite su inserción.
Paloma Pérez Agua, directora del departamento de integración social
de la Obra Social de Caja Madrid, nos lo explicaba así:
«Llevamos colaborando con la asociación más de diez años y siempre conseguimos resultados muy positivos; no sólo a nivel de la atención que se les da a estas personas, sino por las posibilidades de futuro que se les ofrecen. Este proyecto en concreto, con el que colaboramos desde hace dos años, nos gustó desde el principio porque tiene muchas posibilidades de conseguir el pleno empleo de los que se están formando».
Por su parte, Teófilo Buendía, presidente de la Asociación Lakoma
Madrid, comentaba:
«Ya no ayudamos sólo a la reinserción de toxicómanos, sino que también nos hemos abierto a otros colectivos. Más de 60 personas han pasado ya por nuestro proyecto, el ambiente en las clases es divertidísimo y además hacemos un importante esfuerzo por ser flexibles y amoldarnos a las necesidades personales y de horarios de los alumnos»
«Nuestra idea con la iniciativa es que todos los que se forman puedan ejercitar su creatividad, montar sus propios negocios, y también me gustaría recordar que cualquiera que esté en algunas de las condiciones que hemos comentado antes puede acceder a estos cursos, son gratuitos y nuestras puertas están abiertas para todo aquel que esté interesado».
Desde aquí nuestra más sincera enhorabuena a todos los protagonistas del desfile, que llenaron con su ilusión, buen hacer y esperanza el patio de La Casa Encendida.