¿Cómo puede ayudar el voluntario al cuidador de Alzheimer I?

Mujer hablando por teléfonoHace un tiempo que no publicamos nada de nuestros ‘Cuadernos prácticos sobre la enfermedad de Alzheimer y otras demencias‘, que editan AFAL y Obra Social Caja Madrid. Pero hemos recibido varios correos y comentarios que nos animan a seguir con ellos, ya que son de gran ayuda tanto a voluntarios, familiares, cuidadores y enfermos.

Así que aprovechamos vuestro interés para contaros concretamente cómo puede ayudar el voluntario al cuidador. Para establecer una adecuada relación de comunicación entre ambos, es importante tener en cuenta una serie de factores.

Por ejemplo, a veces oímos pero no escuchamos. Hay que recordar que escuchar al cuidador del enfermo de Alzheimer es un acto de solidaridad, ya que, a través de él, el cuidador experimentará una liberación de las emociones y del estado de ánimo que, en su conjunto, llamamos el ‘Síndrome del cuidador‘. Para ello, tendremos que tener en cuenta algunas habilidades que nos permitirán realizar este acto con empatía ante estas reacciones:

– Utilizaremos el lenguaje verbal y no verbal para demostrar que estamos escuchando.
– Elegiremos el lugar y el momento adecuado.
– Esperaremos a que llegue nuestro turno para hablar.
– Conectaremos con sus sentimientos o emociones.
– Evitaremos hacer críticas, haremos sugerencias.

Lo normal es que cuando realicemos nuestro acompañamiento al enfermo o al familiar en su domicilio notemos algunas de estas reacciones emocionales o alguna de estas características en el cuidador principal. Es importante identificarlas para saber qué actitud tomar y cómo poder ayudarles.

Tristeza

Cuando el cuidador se sienta triste, ¿Qué hacer? Aquí van algunos consejos:

– Escuchar los estados de tristeza y de dolor del cuidador y/o familiares para
producir un desahogo, pero no para que se sienta víctima.

– Hacerle ver que el sentimiento de tristeza y aflicción es lógico y consecuente
con la situación, pero que no es bueno vivirlo como un sentimiento único y prioritario.

– Intentar que esta pesadumbre no le impida disfrutar de otros momentos felices de la vida.

– Animarle a que participe en actividades gratificantes.

– Podemos establecer comparaciones satisfactorias que le hagan valorar de una
manera más realista su situación actual.

Ansiedad

Otro síntoma muy frecuente entre los cuidadores es la ansiedad. Lo que podemos hacer al respecto:

– Escuchar los motivos que provocan ansiedad y angustia al cuidador.

– Serenar y tranquilizar al cuidador, recogiendo sus emociones, pero no creándole falsas expectativas.

– Ayudarle a vivir el presente de la forma más adaptada posible; es importante
que no utilice el presente para darle vueltas a cosas que nadie sabe exactamente cómo van a suceder.

– Hacerle entender que, normalmente, es peor lo que nos imaginamos en nuestra mente, que lo que realmente suele ocurrir.

– Enseñarle que de nada sirve una preocupación excesiva, y que en esta enfermedad es mejor ocuparse de los problemas día a día, siendo previsores a corto plazo.

– Motivarle para que haga actividades que favorezcan la relajación: ejercicio
físico, pasear, dormir la siesta, escuchar música, charlar con las amistades,
leer un buen libro o, simplemente, ver una película, etc.

– Podemos llevar a cabo con el familiar alguna técnica de relajación.

La semana que viene tenemos preparada la continuación de esta información, porque existen más estados de ánimo del cuidador que tener en cuenta. Así que como dicen en las películas… Continuará.